Esta semana Tesla ha firmado dos importantes acuerdos que les permiten afrontar su expansión con más garantías y seguridad. Dos contratos firmados con sus socios de Panasonic, y también con la multinacional Glencore.
El primero de ellos ha sido el sellado con Panasonic. Un contrato con tres años de duración firmado el pasado mes de abril, y que pondrá sobre el papel los compromisos de producción por parte de los japoneses, así como los de compra de este volumen por parte de los de Palo Alto.
De esta forma Tesla pone coto a uno de los problemas que amenaza a muchos fabricantes que han llegado tarde al sector del coche eléctrico, y que ahora deben buscarse la vida como buenamente puedan para lograr hacerse con una parte de la producción de los grandes fabricantes de baterías. Algo que ya ha tenido como consecuencia ralentizaciones o la paralización de algunas líneas de producción de vehículo por la falta de baterías.
Otro de los aspectos que se han añadido Tesla a este acuerdo, es el que supone el asegurarse una relación a largo plazo. De esa forma se ha incorporado una cláusula en la que se estipulan unos términos y condiciones generales de la asociación con Panasonic, modificando el plazo para que el acuerdo principal expire 10 años después de que Panasonic logre ciertos logros a nivel productivo.
Una cláusula que cimenta la relación entre ambas compañías después de que Tesla haya buscado suministro externo para alimentar la demanda en China, así como iniciado los pasos para una producción de baterías propia. Algo que como vemos no ha enturbiado la buena relación existente entre ambas compañías.
Acuerdo con Glencore
Menos llamativo pero no menos importante es el acuerdo que acaba de cerrar Tesla con la compañía Glencore, la principal empresa privada dedicada a la compraventa y producción de materias primas y alimentos del mundo.
Este supondrá establecer un suministro de cobalto que estará destinado a las plantas de China y Alemania. Dos fábricas que según esta información, contarán con capacidad para producir sus propias baterías.
Este movimiento permite a Tesla adelantarse a una posible guerra de precios a medio plazo por un mineral que a pesar de reducir cada vez más su presencia en las nuevas generaciones de baterías, todavía es necesario. Algo que con la entrada con mayor volumen en el sector del coche eléctrico de los grandes grupos automovilísticos, hará que muy posiblemente en pocos años el precio se dispare y también sea cada vez más difícil acceder a un suministro fiable.
Según fuentes internas, el acuerdo se estima que supondrá un volumen de unas 6,000 toneladas de cobalto al año. Una cifra que podemos comparar con otros acuerdos firmados recientemente por la propia Glencore, como las 21.000 toneladas con Samsung, las 30.000 con Sk Innovation, o las 61.200 toneladas con la china GEM.
Las estimaciones indican que en el caso de la planta de Tesla en China, esta contará con una producción de entre 1.000 y 3.000 vehículos semanales este año. Algo que supondrá sólo para esta fábrica unas 1.200 toneladas de cobalto en cada ejercicio. Un ejemplo de que con su crecimiento, Tesla tendrá que disparar su volumen de compras de cobalto, algo a lo que se quieren adelantar con estos importantes acuerdos con Glencore en un momento donde el mineral cotiza en unos precios bastante contenidos.
También sirve de ejemplo de la enorme importancia del desarrollo de baterías libres de cobalto, que serán una excelente alternativa de futuro en un mercado que camina claramente hacia la saturación de compradores, lo que supone un caldo de cultivo perfecto para que los precios se disparen.
Relacionadas | SVOLT comienza la producción de sus baterías libres de cobalto. Primer modelo con 800 km de autonomía