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Tesla obtuvo ganancias en el segundo trimestre de 2020… gracias a los créditos de emisiones

Durante el anuncio de sus resultados financieros correspondientes con el segundo trimestre de 2020, Tesla sorprendió a propios y a extraños al declarar beneficios a pesar de la complicada situación atravesada por el sector del automóvil debido a la pandemia del coronavirus. Sin embargo, todo parece indicar que estos resultados solo fueron posibles gracias a los créditos de emisiones.

Durante el segundo trimestre, Tesla recibió unos ingresos de 428 millones de dólares en «créditos regulatorios», que se unen a los 354 millones obtenidos en el primer trimestre de este año. Es decir, los fabricantes tradicionales han pagado en lo que va de 2020 un total de 782 millones de dólares a Tesla para comprar sus créditos de emisiones y así cumplir con las regulaciones ambientales pertinentes.

Este es el caso de FCA (FIAT-Chrysler), que pagará a la compañía un total de 2.000 millones de dólares para poder cumplir con las normativas de emisiones europeas. De hecho, Giga Berlín, la primera factoría de Tesla en suelo europeo, se construirá utilizando exclusivamente los créditos de carbono pagados por FCA, lo que supondrá un negocio redondo para Tesla.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce: el flujo de efectivo libre de Tesla durante el segundo trimestre fue de 418 millones de dólares, mientras que las ganancias netas se quedaron en 104 millones de dólares. Dicho de otra forma, sin los créditos de emisiones pagados por otras compañías Tesla habría estado de nuevo en números rojos.

Es posible que fueran precisamente los créditos de carbono el motivo detrás de que Elon Musk insistiera tanto en abrir la fábrica de Fremont antes de tiempo, pues la cantidad de créditos que Tesla puede vender depende exclusivamente del número de coches eléctricos que la compañía entregue a sus clientes.

Esto también explicaría el hecho de que Tesla enviara durante dicho periodo numerosas unidades del Model Y con fallos de calidad graves (asientos traseros sin anclar, problemas de ajustes, de pintura, etc): lo importante para la marca era enviar los vehículos rápidamente a sus propietarios para obtener más créditos de emisiones que vender.

Dicho de otra forma, a día de hoy el negocio de Tesla sufre de una grave dependencia de la venta de créditos de emisiones a terceros, un problema que la firma tendrá que solventar a corto plazo, pues cada vez son más los fabricantes que están apostando por el coche eléctrico y que dentro de poco no necesitarán recurrir a este tipo de prácticas para cumplir con las regulaciones ambientales.

Fuente | InsideEVs

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