Un problema de la fijación mediante uretano de unas piezas cosméticas del techo del SUV situado en lo más alto de la gama Tesla ha provocado que la NHTSA, ente encargado de la seguridad en Estados Unidos, realice una llamada a revisión que afectará a más de 9.000 Tesla Model X.
Tesla no vive su mejor semana en cuanto a fiabilidad e imagen. Su alta exposición mediática provoca una publicidad gratuita que les ahorra todo coste de marketing y publicidad. Desgraciadamente para la marca de Elon Musk, la constante presencia en redes y medios provoca que cualquier noticia se haga viral y llene los titulares.
En esta ocasión la publicidad no es la deseada por Tesla, puesto que la noticia hace referencia al enésimo fallo de calidad derivado de problemas de montaje e instalación de los elementos que conformas sus coches eléctricos.
La marca californiana acaba de emitir una nueva llamada a la revisión, en este caso, para los poseedores de uno de los modelos más exclusivos del mercado por tecnología y precio; el SUV de Tesla Model X.
La causa de esta llamada se debe al peligro de desprendimiento de varios elementos de la carrocería mientras el vehículo está en movimiento. En concreto, dos elementos decorativos de la carrocería podrían salir volando mientras circula el SUV por cualquier calle o carretera.
«El Modelo X está equipado con un aplique cosmético en la parte delantera del techo justo detrás del parabrisas, conocido como el aplique delantero, así como un aplique en el centro del techo entre el vidrio del techo de la puerta de halcón superior, conocido como el aplique de la columna vertebral. Ambos apliques se adhieren al vehículo usando uretano. Si el aplique a uretano carece de imprimación, entonces, con el tiempo, la adhesión puede debilitarse, haciendo que el aplique se separe del vehículo.«
NHTSA
Pese a que este problema no supone un peligro directo para la seguridad del vehículo, si representa una amenaza potencial para el resto de automóviles que pueden sufrir accidentes y situaciones de peligro que afecten, incluso, al propio Model X tras perder una de sus piezas.
Afortunadamente Tesla no ha reportado, ni conoce ningún incidente o daño alguno producido por el desprendimiento de estos elementos.
La detección de este fallo comenzó una vez que observaron problemas en un Model X al que le faltaban estos elementos estéticos.
El proceso de revisión ha seguido la siguiente hoja de ruta a lo largo de los últimos meses:
El 21 de septiembre de 2020, Field Quality fue informado de un evento que involucró un Modelo X 2016 cuyos apliques habían desaparecido. ‘Field Quality’ inició una investigación sobre la causa raíz y la frecuencia de la condición.
El 28 de octubre de 2020, después de realizar la recuperación de piezas, revisiones de servicio y análisis de flotas de ingeniería, Tesla concluyó que los componentes fallidos no tenían suficiente imprimación en la zona de aplicación del uretano cuando eran producidos por el proveedor. ‘Field Quality’ comenzó una revisión de los registros de producción y la información del proceso del proveedor para obtener evidencia de la aplicación de imprimación para entender el posible alcance. ‘Field Quality‘ revisó los hallazgos con el equipo ejecutivo.
El 10 de noviembre de 2020, Tesla determinó que existe un defecto relacionado con la seguridad para la población afectada.
A pesar de que el Tesla Model X puede perder los elementos estéticos del techo, el fabricante indica que la falta de estos puede causar ruidos dentro del habitáculo del SUV eléctrico.
A continuación se reproduce el dictamen 20V-710 emitido por la NHTSA:
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