Tras numerosos altibajos, la startup Faraday Future parece ver la luz al final del túnel: la compañía estaría negociando la firma de un acuerdo de colaboración con el gigante chino Geely, propietario de marcas como Volvo, Polestar o Lotus, para asegurar su futuro. Esta alianza debería permitir a Faraday Future comenzar la producción en serie de su primer modelo, el FF91.
A pesar de que la sede de Faraday Future se encuentra en Estados Unidos, todo parece indicar que su futuro estará íntimamente ligado al de la industria china, pues de acuerdo con una serie de informes recientemente filtrados a la prensa, la empresa quiere establecer un centro de producción de vehículos de la mano de Geely en el país asiático.
Aparentemente esta nueva planta tendrá una capacidad de producción aproximada de 100.000 automóviles al año. Además, Faraday Future también contempla la posibilidad de construir un centro de investigación en la misma ubicación en la que se situará la nueva factoría, lo que probablemente permita acelerar el ritmo de desarrollo de sus proyectos.
El papel de Geely en esta asociación será proporcionar a Faraday Future servicios de fabricación por contrato, así como tecnologías de ingeniería, conducción autónoma y conectividad. Sin embargo, habría que señalar que por el momento ambas empresas se encuentran en el comienzo de las negociaciones, por lo que estas condiciones podrían no ser las definitivas.
Si finalmente llega a salir al mercado, el FF91 se constituirá como uno de los coches eléctricos más avanzados del panorama internacional. Ente otras cosas, este crossover de gran envergadura contará con una potencia de 1.068 CV gracias al uso de cuatro motores eléctricos (uno por rueda, lo que le proporcionará un avanzado sistema de tracción total inteligente).
Gracias a este monstruoso tren motriz, el FF91 debería ser capaz de completar el 0 a 60 millas por hora (0-96,6 km/h) en apenas 2,38 segundos. Sus baterías de 130 kWh en un principio emplearán celdas LG Chem, y de acuerdo con las especificaciones reveladas en su momento, deberían permitir al vehículo superar los 600 km EPA de autonomía. Además, también se anunció que el modelo sería capaz de cargar a 200 kW de potencia en corriente continua.
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