El próximo año llegará el primer modelo de la nueva Fisker. Un SUV denominado Ocean que quiere posicionarse en un sector cada vez más competitivo de la mano de un diseño atractivo y un precio razonable. Pero los planes de la marca no terminan ahí, y hoy hemos sabido que el segundo modelo de la gama llegará en 2023 y lo fabricará un viejo conocido, Foxconn.
Y es que desde hace años se vincula al gigante chino con el coche eléctrico. Una compañía famosa por entre otras muchas cosas fabricar algunos de los productos de Apple, y que lleva tiempo buscando diversificar su negocio con la fabricación de vehículos eléctricos.
Ha sido el propio presidente y fundador de Fisker, el danés Henrik Fisker, el encargado de dar la noticia en la que además de anunciar el acuerdo don Foxconn, también nos avisa de que no estamos ante una nueva propuesta convencional en su diseño.
De momento solo ha mostrado un pequeño boceto que nos recuerda algo a los coches de los Picapiedra. Un proyecto secreto que llegará al mercado a finales de 2023 y que Fisker lo ha catalogado como tan revolucionario que tendrá que seguir en secreto hasta fechas cercanas a su lanzamiento.
La colaboración con Foxconn, denominado Proyecto PEAR (Personal Electric Automotive Revolution) permite a la compañía comenzar además una expansión que les llevará no sólo a Norteamérica y Europa, sino también a China e India.
De momento faltan muchos detalles por concretar, además del aspecto y características del nuevo modelo. Por ejemplo bajo que marca se venderán los coches fabricados por Foxconn, que se espera sea Fisker, pero eso tendrá que ser plasmado en un acuerdo posterior.
Una colaboración que resulta bastante llamativa no sólo por el potencial económico, tecnológico e industrial de los chinos, sino también por el reciente acuerdo sellado por la propia Fisker con Magna para la producción de su primer modelo, el Ocean. Algo que se esperaba se extendiese a las futuras propuestas pero parece que el potencial de los chinos ha podido ganar la batalla por ser los encargados de la producción de las siguientes propuestas.
También hay que tener en cuenta en la ecuación la firma de Fisker y Volkswagen para el uso de la plataforma MEB. Algo que les permite contar con una base sólida para arrancar un proyecto al que sólo le falta contar con un suministro estable de baterías para redondear una nueva iniciativa que supondrá poner en el mercado otra marca dedicada en exclusiva a la producción de coches eléctricos.
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