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Toyota presenta un Corolla con un motor de combustión capaz de quemar hidrógeno y se reafirma en su apuesta por esta tecnología

Akio Toyoda, máximo responsable de Toyota, es probablemente uno de los directivos de la industria del automóvil más reticentes a la hora de apostar por el coche eléctrico a baterías. A pesar de que la firma japonesa está trabajando en el desarrollo de baterías de electrolito sólido, lo cierto es que sus planes de electrificación se están implantando con mayor lentitud que los de rivales como la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, General Motors, Hyundai, Stellantis o Volkswagen.

De hecho, recientemente un grupo de accionistas de Toyota criticaron abiertamente la postura de Toyoda, contraria a las últimas medidas anticontaminación anunciadas por el gobierno japonés. De acuerdo con estos inversores, por culpa de esta actitud Toyota corre el riesgo de quedarse muy por detrás de sus competidores en la transición al coche eléctrico.

Lo cierto es que durante los últimos años el fabricante asiático ha hecho mucho más hincapié en el desarrollo de su gama híbrida y de la tecnología de la pila de combustible de hidrógeno que en la comercialización de coches eléctricos a baterías, algo que corregirá este año con el lanzamiento del bZ4X, el primer integrante de su nueva gama eléctrica «beyond Zero».

A pesar de todo, Toyota insiste en su apuesta por la pila de combustible en el sector de los turismos (como demuestra el reciente lanzamiento del Mirai de segunda generación), una tecnología que la inmensa mayoría de rivales han abandonado en favor de las baterías, dejando el hidrógeno para los vehículos comerciales y el transporte pesado.

Esta defensa a ultranza del hidrógeno queda patente en el último vehículo de competición lanzado por Toyota, un Corolla que ni siquiera emplea una pila de combustible, sino que posee un motor de combustión capaz de funcionar con hidrógeno. La compañía ha tardado seis años en desarrollar este propulsor, un tricilíndrico de 1.6 litros derivado del motor de gasolina empleado en el GR Yaris.

Akio Toyoda ha sido el encargado de conducir este Corolla tan peculiar en su debut público. De acuerdo con los técnicos de la marca, la combustión del hidrógeno es mucho más limpia que la de la gasolina y emite mucho menos dióxido de carbono a la atmósfera. Tras probar el vehículo durante una carrera de resistencia, el ejecutivo declaró lo siguiente:

«El objetivo final es la neutralidad de carbono. No debería tratarse de rechazar los híbridos y los coches de gasolina y solo vender modelos con pila de combustible y baterías. Queremos ampliar las opciones disponibles en el camino hacia la neutralidad de carbono. Este es el primer paso». Toyoda insiste además en que el abandono de los motores térmicos en favor de la movilidad eléctrica supondrá un duro golpe para la industria automotriz japonesa, que podría perder miles de puestos de trabajo.

Fuente | Automotive News

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