Hace unos meses, a principios de 2020, Tesla tomó cartas en un asunto delicado. En Estados Unidos se tenía constancia de que algunos coches de la marca, tras haber sido declarados siniestro total, acababan volviendo a las vías públicas, ya reparados, pero que podía haber riesgos para la seguridad. Por ello, el fabricante deshabilitó remotamente su capacidad de cargar tanto en los Supercharger como en redes de terceros, así como vetando ciertas actualizaciones. En principio, esto era de forma permanente.
Tengamos en cuenta que un siniestro total es un coche que una aseguradora se queda porque no quiere o no puede asumir el coste de su reparación dado su valor venal. Ese vehículo puede revenderse a otra empresa, que o bien corra con los gastos de reparación, o proceda a su desguace y descontaminación. En EEUU esto se denomina salvage title, un coche que legalmente tiene la consideración de siniestro total o no libre de accidentes graves. Aquí podemos ver un ejemplo.
Sin embargo, parece que el fabricante ha decidido dar marcha atrás en esa política de apartheid de los siniestros totales reparados. En Twitter aparecen casos de propietarios de coches con esa condición que ya pueden volver a realizar cargas rápidas sin mayor problema, al menos los Model 3. El fabricante no ha dado explicaciones, y si quisiera darlas, no lo haría a través de su inexistente departamento de prensa.
Hay que decir que saltarse esta limitación de otra forma -en otras palabras, hackeando el coche- no es una opción muy inteligente, ya que Tesla podría demandar al dueño del vehículo y pedirle daños y perjuicios en los tribunales. Y sí, se pueden enterar.
A diferencia de los dueños de Model S y Model X, los propietarios de los Model 3 tienen un acceso limitado a la red de Supercharger, con un volumen de recargas gratuito limitado, y a partir de ahí les cobran. Durante años los primeros propietarios de Model S y Model X gozaron de recargas ilimitadas de por vida como agradecimiento a haber confiado en Tesla de forma anticipada.
Permitiendo que estos coches vuelvan a acceder a las cargas rápidas parece tener sentido si tenemos en cuenta que en algún momento tendrán que pagar, y si van a hacerlo igual, mejor que sea la misma Tesla la que les facture. Además, en caso de duda sobre que eso sea seguro o no, la red de postventa debería ofrecer como servicio la comprobación del estado de salud del sistema de recarga.
Actualización (20 de agosto): Los Tesla declarados como siniestro total se quedan otra vez sin acceso a Supercargadores