El auge de las ventas de coches eléctricos tiene una consecuencia evidente, va creciendo el mercado de coches usados con baterías. Sin embargo, hay un problema subyaciente, los valores residuales. Al menos los modelos de «primera hornada», a partir de 2010, tienen unos precios de mercado muy bajos, lo cual influye también en las ventas de los nuevos.
En los coches eléctricos el desgaste se puede medir fundamentalmente conociendo cómo están las baterías de salud, ya que el resto de componentes de la cadena cinemática son muy resistentes y suelen estar exentos de mantenimiento. Pero ¿cómo valorar la salud de las baterías? Falta un criterio homogéneo y estándar.
Aquí entra en juego la Mobility Open Blockchain Initiative (por abreviar, MOBI) y la alianza industrial Global EV; entre sus miembros hay fabricantes como Ford y BMW, proveedores como Denso, la Comisión Europea… y así hasta más de un centenar de entidades y empresas. MOBI y Global EV quieren definir un estándar de valoración de coches eléctricos usados, entre otras muchas cosas.
Para ello se va a utilizar la tecnología blockchain, es decir, información que se comparte en la red con una elevada confiabilidad y seguridad. Para legos en la materia, es como lanzar mensajes a la red y que distintos nodos hagan de notarios o fedatarios, y conserven los datos de forma descentralizada. En eso mismo se basan las criptomonedas.
Los bloques de información irán acumulando datos como la edad del coche, cuántos kilómetros ha recorrido, cambios en la temperatura de las baterías y sus voltajes. La información combinada resulta en una puntuación que determinará el valor del coche para su reventa, criterio más fiable que «tener años», pues es cuando se acaban las garantías de los fabricantes para las baterías.
Ahora mismo, si además de ser modelos con cierta edad hay mucha disponibilidad de los mismos, los valores residuales son ridículos. A veces están justificados, ya que son coches que no pueden recorrer ni 100 kilómetros con la degradación de baterías que acumulan. Otras veces ese factor es muy injusto para el vendedor, estando las baterías mucho mejor de lo esperable.
Este estándar de valoración se espera que esté disponible comercialmente el año que viene y puede animar bastante el mercado. Los compradores de coches nuevos tendrán menor miedo a la depreciación y será más atractivo vender después, aumentand las ventas por reemplazo. Los cazadores de chollos tienen todavía tiempo, hay buenas unidades a precios de utilitario destartalado, y con mucha vida útil por delante, aunque sea como segundo coche y para kilometrajes diarios bajos.