Una de las principales barreras para que el hidrógeno se abra paso en el mercado del transporte ligero es el coste de los vehículos. Ahora desde Alemania nos llega un proyecto que pretende sentar las bases a una futura gama de coches a hidrógeno compactos y muy económicos.
Se trata del Safe Light Regional Vehicle (SLRV) que ha sido desarrollado por el Centro Aeroespacial Alemán y nace con el objetivo de convertirse en un vehículo para desplazamientos particulares y también convertirse en la base de un sistema de car sharing en las ciudades.
Presentado hace dos años, este proyecto ha estado avanzando en aspectos prácticos hasta lograr presentar el primer prototipo funcional que ahora ha realizado sus primeras pruebas reales en carretera.
Hablamos de un compacto de apenas 3.8 metros de largo, donde encontramos espacio para dos ocupantes y algo de carga, todo en un modelo que se colocará en la categoría L7e.
Según sus diseñadores, se trata de una plataforma tecnológica para la movilidad personal, silenciosa y sin emisiones a nivel local. Un concepto que destaca por su bajo peso, apenas 450 kilos, en un vehículo especialmente pensado para uso particular en desplazamientos cortos o como un vehículo compartido en ciudades o empresas.
Esta ligereza se logra gracias a la construcción metálica tipo sándwich que consta de una capa exterior de metal y una capa interior de espuma plástica. Las partes delantera y trasera del SLRV están fabricadas con esta composición y actúan como zonas de deformación. Estas secciones también albergan gran parte de la tecnología del vehículo . Por su parte, el habitáculo, es una burbuja estructural con forma anular.
El sistema de propulsión cuenta con un pequeño motor de 25 kW situado en el eje trasero y alimentado por una batería de litio de 1.6 kWh que le ayuda en el proceso de aceleración. Estos se apoyan en una pila de combustible de 8.5 kW, algo que le proporcionan una potencia total de 33.5 kW (46 CV) suficientes para alcanzar una velocidad máxima de 120 km/h.
La autonomía según sus diseñadores llega a los 400 kilómetros con cada carga gracias a un depósito de hidrógeno capaz de almacenar 1.6 kilos a 700 bares. Una autonomía que debería recuperar en pocos minutos en una hidrogenera aunque curiosamente no indican este dato que es uno de los más importantes de un modelo a hidrógeno.
Una pila de combustible que el equipo de diseño indica tendrá una vida útil de 300.000 kilómetros o unos 10 años de uso.
Una propuesta que todavía no tiene luz verde para una producción de un concepto que indican podría llegar mercado por un precio de unos 15.000 euros. Algo que sin duda podría suponer un antes y un después para el despegue de los vehículos a hidrógeno, que tienen por delante todavía retos como el despliegue de una red de repostaje, y reducir el coste del propio hidrógeno.
Fuente | dlr