Si se hace una búsqueda en internet de «phantom braking» o frenada fantasma, nos encontramos con una larga lista de vídeos describiendo un problema en el comportamiento del Autopilot de los Tesla. Es un error conocido desde hace tiempo en el que el vehículo frena sin motivo aparente y el conductor debe intervenir para no convertirse en un obstáculo en la carretera.
El miércoles pasado, el diario Washington Post hizo un análisis sobre el frenado automático de los coches eléctricos y se encontró con un repunte importante en las quejas de los usuarios durante los últimos meses.
Los datos recogidos de la Agencia de seguridad del tráfico en autopistas norteamericana (NHTSA) muestran un pico de reclamaciones de los propietarios de Tesla durante los últimos tres meses. Cuando normalmente se recibían un puñado de quejas al mes durante 2021, de repente en Noviembre, se presentaron 51 quejas a través de su página web. Desde entonces el número de quejas no ha hecho otra cosa que aumentar.
Tesla investigada por las autoridades estadounidenses
Un representante de NHTSA declaró al diario que la agencia está al tanto de las quejas y que las está revisando a través de un proceso de evaluación. Esto incluye conversaciones con el fabricante y recabar datos de otras fuentes como los informes de avisos previos. Si los datos muestran que existe un riesgo, actuará de forma inmediata.
Una de las reclamaciones más recientes, involucra a un Tesla Model 3 del 2022. En ella se dice que un camión que pasaba por el otro lado de la carretera activó la frenada y la dirección automáticamente, reduciendo la velocidad 16 km/h y apartándose de lo que el coche percibió como un obstáculo.
Por parte de Tesla no se han hecho declaraciones pero en octubre lanzó una actualización para el FSD después de descubrir un fallo en la frenada de emergencia que aumentaba la activación de las frenadas fantasma. En diciembre, Tesla volvió a sacar otra actualización para rectificar lo que denomina como «falsas ralentizaciones» que pudo en efecto reducirlas en enero.
El fallo coincide con la salida del Lidar y la entrada de Tesla Vision
Lo que tampoco dice Tesla es que toda esta problemática puede estar relacionada con la transición a Tesla Vision que empezó el año pasado. Desde mayo del 2021, los Model 3 y Model Y dejaron de incorporar radar, dejando en manos de las cámaras y la red neuronal de Tesla toda la información necesaria para el Autopilot.
Otros fabricantes usan LiDAR (radar de luz) junto con las cámaras para detectar objetos y medir distancias con mejores resultados. Lo que antes suponía un coste de 40.000 euros ahora fabricantes como Luminar, Velodyne y Waymo lo han reducido a 1.000 euros, y marcas como Volvo y BMW lo incorporan a sus sistemas de asistencia al conductor.
A pesar de la aceptación de este sistema por parte de la industria, Tesla va por su camino y confía en las cámaras y la IA. Mientras tanto sigue siendo investigada por NHTSA, y con un problema que se presume bastante complejo. Un problema que se une a otros como el fallo en la calefacción, el fallo en la advertencia del cinturón de seguridad o el reciente hackeo de una app de terceros que permitía el control remoto de algunas funciones.
Fuente Teslamag
