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Toyota patenta un sistema para simular el cambio manual en coches eléctricos

Prácticamente todos los coches eléctricos que circulan son automáticos, es decir, tienen una relación de cambio o como mucho dos. Alguno manual hay suelto, básicamente conversiones de coches térmicos que han mantenido la caja de cambios original, el embrague, palanca, etc. ¿Y qué hay del término medio? Toyota lleva tiempo trabajando en ello.

La oficina de patentes de Estados Unidos ha registrado varias peticiones de Toyota este mismo mes, en las que se describe un sistema que puede simular el cambio manual en un coche eléctrico sin modificaciones en la cadena cinemática. Para entendernos, es como incorporar al coche una solución principalmente de software, a nivel mecánico nada cambia.

El sistema de Toyota contempla un selector de cambio, un pedal de embrague y un selector de modo. Además, hay una serie de modificaciones a nivel de electrónica para convertir los deseos del conductor en un comportamiento del motor eléctrico que responda a lo que esperaría de un coche con cambio manual. Todo está simulado, y la base teórica es buena. Lo complejo es hacerlo convincente.

Esquema del simulador de cambio manual y tres pedales de un coche eléctrico de Toyota

Conducir con cambio manual es divertirse en una carretera de curvas, aguantar la retención bajando un puerto, moverse en un atasco o tratar de salir de un aparcamiento en rampa. Toyota quiere con su sistema que el conductor elija cuánto quiere implicarse en el sistema de cambio de marchas, desde una simulación completa a un comportamiento más parecido al de una videoconsola.

En los coches de cambio manual tenemos, sumariamente, un aporte de fuerza del motor a la caja de cambios, que es donde está el embrague. Cuando el embrague está acoplado -pedal sin pisar- la caja transforma el par motor con más o menos reducción hacia el diferencial. Al pisar el pedal, motor y caja se separan y se interrumpe el flujo de par temporalmente.

La patente describe tres modos de conducción manual. En el primero tenemos la experiencia completa, el conductor tiene que accionar el embrague y la palanca de cambios. En el segundo programa tenemos una simulación de embrague como si lo accionase un conductor experto, pero manejamos la palanca de cambios. En el tercer programa se simula el tacto de conducción del manual pero sin tocar ni una cosa ni la otra. El par motor se cambia con un controlador para replicar la respuesta típica de un motor térmico asociado a marchas fijas.

Puesto de conducción del Toyota bZ4X

En definitiva, en Toyota son conscientes de que los coches eléctricos cambian muchas cosas, que hay personas que van a resistirse más al cambio y piensan en términos medios o sustitutivos próximos. A nivel de ingeniería es absurdo un coche eléctrico con cambio manual y embrague, pero simularlo tiene un mínimo de sentido, sobre todo si uno se puede quedar con lo mejor de esa forma de conducir y prescindir de todas las incomodidades asociadas.

El cambio manual, ya sea en coches eléctricos o térmicos, está condenado a la desaparición por el grado de sofisticación alcanzado por las distintas tecnologías de cambio automático, llámense variadores continuos, cajas manuales robotizadas, doble embrague, etc. Simplifican la construcción y el mantenimiento, pero también facilitan la conducción, y el perfil de conductor piloto/entusiasta es poco relevante salvo en segmentos muy concretos.

De todas formas, hay una nota pesimista en todo esto, y es que ya puede estar más conseguido que otras simulaciones hechas por Toyota, como el sintetizador de sonido de motor o las falsas relaciones de cambio en los e-CVT de sus híbridos. Si al final el tacto percibido no es mejor que el de un volante con palanca de 100 euros para Playstation, por mí que lo dejen todo como estaba.

Vía | bZ Forums

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