Pese al deseo generalizado de contar con coches eléctricos asequibles y prácticos, especialmente pensando en las ciudades del mañana, algunas iniciativas acaban fracasando precipitadamente por no ser viables. Recientemente os hablamos del caso de ACM, y ahora os tenemos que hablar de otro proyecto que se quedará en nada. Hablamos de Uniti y su coche eléctrico One.
El fabricante ha explicado en una publicación en la red profesional LinkedIn que han fallado para conseguir el sostén financiero necesario para que el Uniti One sea una realidad. Han estado tirando con inyecciones de capital que les permitían sobrevivir, pero con un equipo menguante y cada vez más quemado. Por tanto, han solicitado formalmente la solicitud de bancarrota como forma de limitar los daños a los inversores.
En realidad, la empresa se declaró en quiebra el 11 de marzo de 2022. Aquellos que realizaron reservas del Uniti One y adelantaron dinero, 149 euros por cabeza, seguramente no vuelvan a verlo. Un administrador concursal se encargará de trocear lo que haya de valor de la empresa. Desde la llegada de la pandemia de COVID la empresa no ha levantado cabeza.
Este proyecto arrancó hace seis años. La empresa llegó a dar titulares como su primer prototipo funcional, haber alcanzado 50 millones de euros en reservas en 2018 (facturación si los hubiesen vendido todos), que las primeras unidades llegarían al mercado en 2019, y que lo harían a un precio de 17.700 euros. A finales de 2021 llegaron las últimas señales de alarma, como que o recaudaban 5 millones de coronas suecas -unos 483.730 euros al cambio- o tendrían que echar la persiana. Consiguieron el dinero, pero solo fue una prolongación de su agonía.
Varios proyectos de este tipo han fracasado por el mismo motivo, su estructura financiera era extremadamente débil y no se había comprometido una cantidad suficiente y fiable de «dineros» para que las cuentas saliesen no ya hasta fabricar el primer coche, sino hasta que la empresa fuese capaz de dar beneficios.
Lamentablemente, resulta más fácil que salgan las cuentas para vehículos muy exclusivos y caros que para coches de precio humilde que dejan un margen discreto por unidad. Por otra parte, hay empresas que hacen promesas muy difíciles de cumplir, no se fía una cantidad suficiente de gente, y no se alcanza la masa crítica para que el negocio eche a andar. Una lástima, de nuevo.
Vía | LinkedIn