Durante varios meses consecutivos hemos hablado de las impresionantes cifras del superventas eléctrico de China, el Wuling HongGuang Mini EV. Este pequeño coche eléctrico está viendo cómo su crecimiento empieza a ralentizarse, y las causas son variadas: confinamientos en China contra el COVID, problemas para conseguir algunos componentes y el crecimiento de sus competidores.
De acuerdo a los datos de la patronal china CPCA, el HongGuang Mini EV entró en cifras negativas en abril. Las 24.908 unidades vendidas representan un 6% menos respecto a abril de 2021, aunque en el acumulado anual sigue funcionando muy bien, 119.686 unidades, que representan un incremento interanual del 21% en el cuatrimestre terminado.
Sin embargo, el mercado de coches eléctricos en China crece a un ritmo muy superior, el 130% en el primer trimestre, así que podemos decir que su crecimiento está ralentizándose. Lo de abril puede ser pasajero, pero no podía seguir aumentando indefinidamente sus volúmenes. Se mantiene como el primer modelo del mercado chino, mas esto puede cambiar dado que el BYD Qin está cerca.
Wuling podría darle un empujón a las ventas con la versión mejorada o con el descapotable que aún no ha salido a la venta, para mantener la fórmula fresca. También hay que tener en cuenta otro detalle, como casi todos los coches eléctricos, ha tenido que subir de precio. Desde el 24 de marzo hay que pagar entre 4.000 y 8.000 yuanes adicionales, es decir, 564 a 1.127 euros más al cambio, aumento muy relevante en un coche económico.
Por otra parte, los más avispados ya habrán visto que el Tesla Model 3 no sale entre los 15 modelos más vendidos debido al parón forzoso de la fábrica de Shanghái a finales de marzo, aunque se mantiene como el sexto más exitoso entre enero y abril en segmento no-SUV. Tampoco salen los Tesla Model X entre los 15 SUV más vendidos en abril, pero se mantienen como segundos en el ranking anual provisional.
En China también hay problemas para producir todos los coches que demanda el mercado, pero son menos intensos que en Europa. Se nota bastante que los proveedores controlan más la cadena de suministros, donde la colaboración de las autoridades es bastante reveladora. La normalidad sigue sin asomarse al horizonte.