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Metanol verde, una alternativa más segura y económica que el hidrógeno o el amoníaco para los grandes barcos

La carrera por reducir las emisiones del transporte marítimo tiene como protagonistas algunos de los elementos energéticos con mayor potencial. Una carrera por lograr que una industria que ocupa el 3% de las emisiones contaminantes en el planeta no llegue al 10% para 2050 previsto según el crecimiento del sector. Pero las baterías no logran ofrecer una alternativa para un consumo masivo, y donde elementos como el hidrógeno, el amoníaco y el metanol quieren situarse como opciones más sostenibles.

Las grandes navieras y los principales grupos logísticos están buscando la mejor combinación. Una dinámica donde hasta ahora el hidrógeno líquido y comprimido se habían situado como las más prometedoras, pero su baja densidad energética, entre 1,2kWh y 2,4kWh por litro respectivamente, hace que otras opciones sean más interesantes.

Entre ellas está el amoníaco líquido (NH 3), producido mediante la combinación de hidrógeno con nitrógeno. Además de contar con una mayor densidad energética y volumétrica, la métrica más importante para el envío, a 3,5 kWh/l, sino que también es mucho más fácil de manejar que el hidrógeno líquido, que requiere temperaturas criogénicas inferiores a -253 °C.

Pero los últimos informes están descubriendo las implicaciones de la quema de amoníaco. Así lo indica un informe de la consultora Bureau Veritas y el gigante petrolero TotalEnergies, que han descubierto que la toxicidad del amoníaco planteaba graves riesgos para la salud de las personas a bordo. Principalmente si se produce una fuga.

El informe indica que mientras que el gas natural licuado (GNL) se vuelve peligroso para los humanos a alrededor de 50,000 partes por millón (ppm) en el aire, el amoníaco comienza a afectar la salud a solo 30 ppm cuando se expone permanentemente, o alrededor de 300 ppm cuando se expone durante una hora. Algo que supone que las labores de repostaje de los barcos se tengan que efectuar con unas medidas de seguridad extremas para evitar intoxicaciones.

El metanol verde, la alternativa más segura y sostenible

Pero los últimos movimientos de grandes navieras como el gigante danés Maerks, apuntan a otra dirección. El metanol verde (CH3OH). 

El metanol no solo tiene una densidad de energía volumétrica más alta que el hidrógeno o el amoníaco, 4,33 kWh/l, sino que es un líquido que puede transportarse a temperatura de ambiente, lo que lo hace mucho más fácil de manejar que el hidrógeno o que el amoníaco, que debe almacenarse a temperaturas inferiores a 33 grados bajo cero.

Algo que reduce el coste de su transporte, a lo que se puede añadir que es mucho menos tóxico que el amoníaco líquido y, por lo tanto, más seguro de transportar.

El metanol añade una ventaja operativa clave, y es que los buques que se fabriquen puede incorporar un sistema dual. Esto les permitirá de fábrica poder funcionar tanto con metanol como con combustible Búnker convencional. Algo que facilita su adopción por parte de los operadores en un momento donde no hay apenas suministro ni de metanol, ni de hidrógeno o amoníaco. Algo que se espera cambie en los próximos años.

Es por eso que grandes petroleras como Shell y Chevron, han determinado que el metanol verde representaba el menor riesgo general de los posibles combustibles limpios, y que el amoníaco tenía riesgos altos o incluso intolerables.

Vía | Dnv

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