
Volkswagen ID.3 GTX de segunda mano: eficiencia y potencia ¿con precios razonables?
El Volkswagen ID.3 GTX destaca por su excelente eficiencia y una autonomía real. Un compacto potente y divertido de conducir con un enfoque más cómodo que deportivo. En el mercado de segunda mano se presenta como una opción equilibrada y muy interesante si buscas un modelo potente pero que no se desmadre en tamaño.

El Volkswagen ID.3 GTX es uno de esos coches eléctricos que obligan a mirarlo con algo más de calma cuando aparece en el mercado de segunda mano. No tanto por lo que promete sobre el papel, sino por cómo encaja realmente dentro de la gama y, sobre todo, por lo que ofrece frente a alternativas más nuevas o más baratas.
Aunque en el mercado eléctrico ha muchas propuestas por encima de mos 300 CV, el ID.3 se posiciona como una de las más compactas, 4.26 metros de largo y 1.80 metros de ancho, lo que nos permite disfrutar de un deportivo pero que puede entrar sin problemas en las plazas de aparcamiento.
Desde el inicio, el ID.3 ya se vendía con motores de hasta 204 CV, una cifra más que suficiente para un uso normal. El GTX da un salto importante hasta los 326 CV, todo ello con un único motor eléctrico colocado en el eje trasero. No hay tracción total ni doble motor, algo que conviene tener claro, ya que se gana tracción total, pero se suele perder en eficiencia.
Con esa potencia, la marca homologa una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,7 segundos. Es rápido, sin duda, y supera a un Golf GTI clásico en el aceleración, pero dentro del mundo de los coches eléctricos ya no es una referencia clara.
La carga rápida también es un elemento que ha evolucionado en la plataforma de VW. En este caso el ID.3 llega a un pico de 185 kW, lo que reduce el tiempo del 20 al 80% a apenas 26 minutos.
Aun así, no estamos ante un “hot hatch” eléctrico al uso. El Volkswagen ID.3 GTX no busca sensaciones extremas ni una conducción agresiva constante. El bastidor está afinado, pero sigue primando el confort, y eso se agradece en el día a día. El aislamiento acústico es bueno y no hay ruidos molestos de rodadura o suspensiones, algo importante cuando se valora una compra de segunda mano para uso diario.
Donde este modelo sorprende de verdad es en el consumo. A pesar de sus 326 CV, el ID.3 GTX es muy eficiente. Con una conducción tranquila y temperaturas favorables, es posible moverse en torno a los 13,3 kWh/100 kilómetros según el ordenador de a bordo, que en uso real se traducen en unos 15,1 kWh/100 kilómetros. Esto permite alcanzar unos 590 kilómetros reales de autonomía, una cifra excelente incluso hoy en día. Su batería de 79 kWh útiles y la buena aerodinámica del conjunto juegan claramente a su favor.
El interior sigue la línea conocida del ID.3, con luces y sombras. En el GTX se añaden asientos deportivos de buen agarre y muy cómodos, un volante con el logo GTX y algunos detalles en rojo que rompen con la estética excesivamente fría del resto del salpicadero. La postura al volante es buena y el sistema multimedia resulta relativamente intuitivo, pero persisten algunos puntos criticables. La ausencia de botones físicos para funciones básicas como el climatizador o el volumen sigue siendo un aspecto poco práctico, y los controles táctiles del volante no convencen a todo el mundo.
En cuanto a espacio, el Volkswagen ID.3 GTX cumple bien. La plataforma MEB está muy bien trabajada en este aspecto y el ID.3 transmite una sensación de amplitud notable, con una carrocería alta y una buena habitabilidad en las plazas traseras. El maletero, sin ser pequeño, no destaca frente a algunos rivales, 385 litros, y la ausencia de un maletero delantero obliga a buscar sitio para el cable de carga en la parte trasera. Al menos cuenta con redes y huecos prácticos para organizarlo.
Otro aspecto a considerar son los asistentes de conducción. Funcionan correctamente, pero son bastante sensibles, y no es raro que muestren avisos temporales cuando llueve o los sensores se ensucian. Normalmente los mensajes desaparecen solos, pero pueden resultar algo intrusivos.
En el apartado económico, el precio nuevo del ID.3 GTX es elevado. Antes de ayudas o promociones en España arranca en nada menos que 52.140 euros. Algo que lo convierte en una opción fuera de mercado a estrenar. Pero el inicio de su llegada al mercado de ocasión ya lo coloca en otra liga.
En el mercado podemos encontrar unidades de este año, con apenas 10.000 km en su marcador, con precios desde 43.990 euros. Una cifra bastante más manejable para unidades casi a estrenar.
En conjunto, el Volkswagen ID.3 GTX es un coche eléctrico equilibrado, muy eficiente, cómodo y con un plus de potencia que se agradece, aunque solo muestra su lado más dinámico cuando se le busca. No es un deportivo eléctrico ni pretende serlo, pero sí una opción sólida para quien quiera un compacto amplio, rápido cuando hace falta y con una autonomía real muy competitiva. Como coche de segunda mano, cobra aún más sentido, siempre que se asuma que el apellido GTX aporta más refinamiento que auténtica deportividad.
Puntos a favor
- Consumo muy contenido para su potencia
- Autonomía real elevada
- Asientos cómodos y buena calidad de rodadura
Puntos en contra
- La deportividad solo aparece en modo Sport
- Interior algo frío y con soluciones de manejo discutibles
- Nivel de acabados


