Skoda ha presentado en Praga el prototipo Vision 7S, un SUV eléctrico que no solo adelanta algunas claves de un futuro modelo de producción que llegará al mercado en 2026, sino que también muestra por primera vez el nuevo lenguaje estético de la compañía checa, que cambiará su imagen y posicionamiento dentro del Grupo Volkswagen en los próximos años.
La filosofía de diseño Modern Solid y la estrategia Next Level 2030, que tiene como principal objetivo que para finales de la década el 70% de las ventas de Skoda se correspondan con vehículos eléctricos, irán acompañados por una importante inversión de 5.600 millones de euros en electromovilidad (así como 700 millones en digitalización).
De los tres modelos eléctricos que lanzará Skoda entre 2024 y 2026, el Vision 7S será el más familiar de todos. Desarrollado sobre la plataforma modular MEB, el concept equipa un pack de baterías de 89 kWh que le permite superar los 600 km WLTP de autonomía; además, puede cargar a un máximo de 200 kW de potencia en corriente continua.
Todos los modelos que lance Skoda a partir de 2024 lucirán la nueva identidad visual, que se caracterizará por sus líneas simples y claras. En el frontal habría que destacar la nueva «Tech-Deck Face», una reinterpretación de la clásica calandra de la empresa, totalmente cegada, reducida y adaptada para la nueva era eléctrica. Este elemento integrará además una completa batería de sensores tras un cristal oscurecido.
El Skoda Vision 7S utiliza materiales reciclados en carrocería y habitáculo
Los grupos ópticos del Skoda Vision 7S adoptan una llamativa forma de T tanto delante como atrás; además, el logo corporativo ha sido sustituido por el nombre de la marca tanto en el capó como en el portón. Los paragolpes están realizados con neumáticos reciclados e incluyen unos enganches naranjas que también pueden utilizarse para cortar la corriente de forma segura. Las llantas de diseño aerodinámico son de 22 pulgadas.
El habitáculo alberga tres filas de asientos, si bien deberíamos considerarlo un 6+1 en lugar de un 7 plazas al uso, pues el séptimo asiento en realidad es una sillita para niños integrada en la consola central a la altura de la segunda fila, el lugar más seguro del vehículo. La versión de producción probablemente tenga una configuración más convencional.
Por supuesto, no faltan detalles Simply Clever como unos imanes situados estratégicamente para colocar smartphones. El conductor dispone de dos configuraciones para el habitáculo: si se activa el modo Relax, la pantalla de 14,6 pulgadas en posición vertical gira 90 grados para adoptar un formato panorámico, mientras que el volante y la instrumentación se retiran.
Además, las dos primeras filas de asientos se echan hacia atrás para incrementar el espacio disponible. Esta configuración ha sido especialmente diseñada con las paradas para cargar en mente. La tapicería está realizada en poliéster reciclado, mientras que las piezas metálicas son más finas y lucen un acabado mate, lo que reduce el gasto en materiales y la energía necesaria para su manufactura.
