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Esta batería de hierro-aire ofrece hasta 100 horas de respaldo y está lista para su producción

La apuesta por las energías renovables para sustituir al gas se ha convertido en una de las prioridades de los gobiernos de Europa para atajar la crisis energética. Pero las renovables se enfrentan a retos como su intermitencia, que hace obligatorio el echar mano de tecnologías como las baterías de respaldo. Ahora, la empresa norteamericana Form Energy ha confirmado la inversión necesaria para comenzar a trabajar en la producción de sus prometedoras baterías de hierro-aire.

Esta tecnología se ha desvelado como una excelente alternativa por cuestiones como su elevada densidad volumétrica, llegando a superar los 9.000 Wh/L, pero sobre todo por su composición principalmente usando hierro, que la hace muy económica y mucho más sostenible.

La batería de Form Energy está compuesta por celdas llenas de miles de gránulos de hierro que se exponen al aire y crean óxido. Luego se elimina el oxígeno, convirtiendo el óxido en hierro. Un proceso controlado que permite cargar y descargar la batería, ofreciendo según la compañía, posibilidad de desarrollar parques capaces de ofrecer hasta 100 horas de respaldo de la red eléctrica. Algo que suponen más de 4 días.

Este enorme potencial permitiría directamente prescindir del gas natural o el carbón como fuentes de respaldo para cubrir las intermitencias de las renovables, e incluso podría arrinconar al propio gas a unas cuotas residuales en la producción diaria al poder sacar mayor partido a las cada vez más abundantes renovables.

Algo que ha llamado la atención de los inversores que han completado la última ronda de financiación que ha inyectado 450 millones de dólares, y donde encontramos nombres tan relevantes como el gigante ArcelorMittal.

Baterías de hierro-aire: cómo funciona

El principio básico de funcionamiento es la oxidación reversible. Mientras se descarga, la batería inhala oxígeno del aire y convierte el metal de hierro en óxido. Cuando se carga, la aplicación de una corriente eléctrica convierte el óxido de nuevo en hierro y la batería exhala oxígeno

Cada batería individual tiene aproximadamente el tamaño de una lavadora. Estos módulos están llenos de un electrolito no inflamable a base de agua, similar al electrolito utilizado en las baterías AA.

Dentro del electrolito líquido hay pilas de entre 10 y 20 celdas que incluyen electrodos de hierro y electrodos de aire, las partes de la batería que permiten que las reacciones electroquímicas almacenen y descarguen electricidad.

Estos módulos de batería se agrupan en bloques de energía modulares a escala de megavatios, que comprenden miles de módulos de batería protegidos ambientalmente. Dependiendo del tamaño del sistema, de decenas a cientos de estos bloques de energía se conectarán a la red eléctrica.

Para el escalado, en su configuración menos densa, un sistema de un megavatio requiere aproximadamente 4.000 metros cuadrados de tierra. Las configuraciones de mayor densidad pueden alcanzar más de 3 MW serán necesarios unos 12.140 metros cuadrados.

Una tecnología que además apenas tiene una larga vida útil, y al final de la misma apenas genera residuos, pudiendo reciclarse en casi su totalidad en unas baterías que han terminado su fase de desarrollo, y que ultima la instalación de su primer proyecto piloto. Un equipo de 1 MW/150 MWh en colaboración con la empresa de servicios públicos Great River Energy.

Al mismo tiempo, Form Energy ya busca terrenos para levantar la fábrica de donde saldrán las baterías y cuya ubicación se hará pública antes de terminar el año, con el objetivo de comenzar las obras en 2023 y arrancar la producción en masa un año más tarde.

Fuente | Form Energy

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