
Cómo afecta el frío a la autonomía de los coches eléctricos y los de combustión
Un estudio reciente analiza cómo se comportan coches eléctricos y de gasolina en condiciones invernales. Los eléctricos muestran pérdidas de autonomía significativas, mientras que los de combustión mantienen un rendimiento más estable. Los resultados destacan los retos y ventajas de cada tecnología frente al frío.

La eterna comparación entre coches eléctricos y coches de combustión sigue generando preguntas. ¿Perderé mucha autonomía? ¿Será suficiente para mis desplazamientos también en el duro invierno? Un estudio de Green NCAP arroja luz sobre esta cuestión.
Para el análisis se seleccionaron dos coches eléctricos, el BYD Sealion 7 y el CUPRA Born, mientras que por el otro lado se han elegido dos coches gasolina, el BMW Serie 5 y el BMW X2. El objetivo era medir tanto la eficiencia como el impacto ambiental real de cada vehículo durante condiciones frías. En el caso de los eléctricos, se centraron en la autonomía y el efecto de la calefacción sobre la misma; en los coches de combustión, el foco fue el consumo de combustible.
Resultados de los coches eléctricos

El BYD Sealion 7 redujo su autonomía de 400 km en condiciones cálidas a 337 km en frío, lo que supone un descenso de aproximadamente 16%, considerado por Green NCAP como un “retroceso relativamente moderado”. Entre sus puntos fuertes destacan su capacidad de precalentamiento del interior y su eficaz aislamiento térmico.
Sin embargo, la velocidad de carga del Sealion 7 no alcanzó lo prometido por BYD. La carga rápida del 10 al 80% de la batería tardó unos 8 minutos más que los 32 minutos oficiales. Por su parte, el CUPRA Born, más pequeño y ligero, sufrió un mayor impacto del frío: su autonomía cayó de 328 km a 221 km, es decir, un 33% menos.
Resultados de los coches de combustión

Los BMW Serie 5 y X2 mostraron un consumo de combustible ligeramente mayor en invierno, algo previsible, ya que aprovechan el calor residual del motor para calentar el habitáculo. Esto significa que, aunque aumenta el consumo, no sufren la pérdida de autonomía drástica que sí afecta a los eléctricos.
El consumo del Serie 5 pasó de 6,8 l/100 km a 8,1 l/100 km, mientras que el X2 subió de 7,1 l/100 km a 8 l/100 km. Green NCAP señala que este incremento es “modesto y predecible, ofreciendo más confianza en la autonomía real que la que proporcionan algunos coches eléctricos”.
Conclusión

Según Aleksandar Damyanov, gerente técnico de Green NCAP, “el Sealion 7 y el CUPRA Born representan opciones muy atractivas, sin embargo, como con todos los coches eléctricos, los conductores deben ser conscientes de las pérdidas de autonomía en invierno. Algo que además se suma a la pobre red de carga rápida, lo que supone planificar y hacer los desplazamientos más largos con bastante antelación y paciencia.
El experto añade que es responsabilidad de los fabricantes de eléctricos mejorar el gestión térmica de sus coches para eliminar la preocupación por la autonomía en condiciones frías, pero también informar a sus clientes de los puntos fuertes y los mejorables de sus modelos, para evitar de esa manera sorpresas desagradables entre los clientes menos entusiastas que pueden sentirse "engañados" cuando ven como los datos reales no tienen que ver con los oficiales, sobre todo cuando el termómetro baja sus temperaturas de forma sustancial. Tanto en autonomía, como en tiempos de carga.



