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Las baterías de electrolito sólido, un punto de conflicto en las negociaciones entre Renault y Nissan para reequilibrar la Alianza

El próximo 15 de noviembre, el Grupo Renault presentará sus planes para dividir su negocio en dos unidades independientes, una dedicada al desarrollo de automóviles con motor de combustión interna (Horse), y otra especializa en vehículos eléctricos, servicios, software y economía circular (Ampère).

Esto será aprovechado para llevar a cabo una profunda remodelación de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, uno de los grupos automovilísticos más grandes del mundo. La firma del rombo actualmente posee un 43,4% de Nissan, que a su vez controla el 15% de Renault (sin derecho a voto). Este desequilibrio lleva años causando tensiones entre ambas compañías.

Todo apunta a que Renault estaría dispuesta a reducir su participación en Nissan al 15%; a cambio, los japoneses invertirían en la nueva división de coches eléctricos de sus socios. Sin embargo, hay varios puntos conflictivos, siendo uno de los de mayor peso el intercambio de tecnología; concretamente, de las baterías de electrolito sólido que está desarrollando Nissan.

Para Renault, la reestructuración de la Alianza debería implicar una relación que vaya más allá de los aspectos puramente financieros; sin embargo, el compartir proyectos y propiedad intelectual podría ser un problema para Nissan. Todavía no está claro si ambas empresas llegarán a un acuerdo, si bien continúan inmersas en las negociaciones.

Renault 5 Prototype

Mitsubishi también invertirá en la división de coches eléctricos de Renault

Recordemos que Nissan ha sido la encargada de liderar el desarrollo de la plataforma CMF-EV sobre la que se asientan los Nissan Ariya y Renault Megane E-TECH. Renault por su parte está detrás de la creación de la más económica CMF-BEV, que además de emplearse en los Renault R5 y 4EVer, también se utilizará en el próximo Nissan Micra.

A finales del año pasado, Nissan anunció su intención de comenzar a fabricar baterías de electrolito sólido en el año 2028. Esta tecnología debería ofrecer el doble de densidad energética y tiempos de carga el triple de rápidos en relación a las actuales baterías de iones de litio. La empresa estima que su precio inicial será de 75 dólares/kWh, si bien más adelante deberían alcanzar los 65 dólares/kWh.

Nissan podría invertir entre 500 y 750 millones de dólares en la división de coches eléctricos de Renault, haciéndose con un 15% de la misma. Mitsubishi, a pesar de ser el socio menor de la Alianza, también estaría dispuesta a convertirse en accionista, una forma de mantener el grupo unido a través de participaciones cruzadas.

Fuente | Automotive News Europe

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