Caterham es una firma británica conocida principalmente por fabricar desde principios de los años 70 el Seven, un ligerísimo deportivo biplaza diseñado inicialmente por Lotus. El Lotus Seven se vendió de 1957 a 1973 (1975 en Argentina), año en el que Caterham, su mayor distribuidor, adquirió la licencia y el utillaje para su fabricación.
A pesar de que durante cinco décadas el Seven ha sido el corazón del negocio de Caterham, la marca ha tenido otros proyectos. Sin ir más lejos, hace diez años se alió con el Grupo Renault para desarrollar conjuntamente una pareja de deportivos, los Alpine A110 y Caterham C120. Sin embargo, esta unión terminó rompiéndose debido a las discrepancias entre ambos socios, y los ingleses no pudieron finalizar su proyecto por falta de fondos.
Ahora, Caterham está trabajando en un plan de electrificación para los próximos años. Aunque el Seven con motor de combustión interna seguirá vendiéndose durante un tiempo, la compañía tiene previsto desarrollar dos modelos eléctricos, uno basado en el Seven y otro completamente nuevo que mantendrá los valores tradicionales de la marca (ligereza y agilidad).
De acuerdo con Bob Laishley, director ejecutivo de Caterham, este roadster permitirá expandir el negocio de la empresa, que seguirá fabricando el Seven término hasta 2034. La japonesa VT Holdings, propietaria de Caterham, estaría muy interesada en el lanzamiento de este vehículo, que será más caro y se producirá en mayor volumen que el Seven. Su puesta de largo podría tener lugar en 2026.
El Caterham Seven se electrificará dentro de unos años
«Definitivamente no será un Seven. Pero tendrá todas las características que los clientes de Caterham de hoy conocen bien: ligereza, simplicidad, agilidad y rendimiento. Al igual que el Seven, tendrá una estructura de acero. Tendrá una carrocería envolvente de seis paneles en aluminio o carbono: dos umbrales, dos puertas más aperturas de tipo concha delante y detrás. Será más bonito y más moderno que un Seven, esos serán grandes puntos de distinción, y tal vez tenga techo. Lo estamos diseñando como un eléctrico puro desde el principio, solo con tracción trasera».
Para mantener el peso a raya, se reducirá al máximo el equipamiento; sin ir más lejos, el sistema de infoentretenimiento podría ser el propio smartphone del usuario. En cuanto al Seven eléctrico, su desarrollo será más complejo debido al elevado peso asociado a las baterías, algo que va en contra de su filosofía.
«Desde el principio, la historia de Caterham se ha centrado en la reutilización de componentes OEM de una manera imaginativa. Si quiero hacer eso con un Seven eléctrico, ¿de dónde saco ligereza? Todavía estamos en los primeros días del desarrollo de vehículos eléctricos pequeños. Las piezas son conservadoras y pesadas. Nunca vamos a querer lanzar un Seven de 1.000 kg. Preferimos no hacerlo».
Caterham no desarrollará un Seven híbrido por ese mismo motivo. Respecto al rendimiento de un hipotético Seven eléctrico, Laishley cree que debería pesar menos de 700 kg y permitir a los propietarios conducir 20 minutos en circuito, cargarse en 15 minutos y volver a la pista otros 20. «Si no podemos ofrecer un Seven que pueda hacer esto, no deberíamos lanzarlo».
Fuente | Autocar