Diseñado por el estudio italiano Pininfarina, y fabricado entre la marca taiwanesa Yulón y el gigante Foxconn, conocido por ser el fabricante del iPhone, el Foxtron Model B es un nuevo protagonista del sector del coche eléctrico que quiere convertirse en una nueva amenaza asiática y del que hemos conocido los primeros detalles.
El Foxtron Model B, que posiblemente cambie de nombre fuera del mercado asiático por razones evidentes, es un SUV compacto que será presentado el próximo 18 de octubre, pero del que se ha publicado un pequeño adelante que nos pone sobre la pista de esta nueva propuesta.
De momento no hay detalles técnicos, pero se espera que el primer modelo de la marca Foxtron sea un compacto de unos 4.3 metros de largo que se meterá de lleno de uno de los segmentos más pujantes de la actualidad.
Foxtron Model B
Una de las claves principales del nuevo Model B, más allá de la categoría en la que lidiará, es que detrás del diseño se encuentra Pininfarina. Una marca irremediablemente ligada al estilo y los diseños más atrevidos y elegantes, que dará forma al que será el tercer coche eléctrico presentado por Foxtron. Hace aproximadamente un año irrumpieron en escena los Model C y Model E.
Entre los detalles confirmados por Foxtron está el hecho de que el Model B está basado en su plataforma MiH. Una arquitectura de código abierto que también emplean los mencionados Model C y Model E.
Si bien se fabricará en Taiwán, se espera que el nuevo Model B sea un modelo global y se produzca en Estados Unidos y Europa e incluso en la India y en Latinoamérica. Una propuesta de la que conoceremos más detalles en pocos días, y que llegará al mercado en 2024.
Este será el pistoletazo de salida a una gama que posteriormente se ampliará con una berlina e incluso un autobús, y que en 2025-2027 Foxconn espera lograr una cuota del 10% del mercado mundial de coches eléctricos en materia de componentes o servicios, diversificando así sus líneas de negocio desde la electrónica de consumo.
Desde luego Foxconn tiene una importante ventaja estratégica, como que es tener un gran control en la industria de microchips y semiconductores. Una ventaja en la que quieren apoyarse para crecer en un entorno donde el resto de grupos occidentales pliegan velas para aumentar márgenes por la contracción de la cadena de suministros.
Vía | Motor.es
