Allá por febrero, General Motors presentó sus resultados del último trimestre de 2021 a los inversores, y les dio esta cifra: 400.000 coches eléctricos entregados a finales de 2023. Ahora, que se han presentado los resultados del tercer trimestre, toca recoger un poco de cable y admitir que ese objetivo se demorará como medio año.
Mary Barra, consejera delegada de GM, admitió que se han presentado dos problemas a la hora de escalar la producción de baterías, lo que en parte explica los pírricos volúmenes de producción de los GMC HUMMER EV o Cadillac Lyriq. De las cuatro gigafábricas de baterías previstas por GM y LG, la primera se puso en marcha en Warren (Ohio) más tarde de lo normal. Necesitaron más tiempo para contratar y formar a los 1.000 trabajadores necesarios.
Por otro lado, hubo problemas a la hora de ensamblar los paquetes de baterías Ultium. Así lo explicó Barra en un comunicado: «Debido a un lanzamiento ligeramente más lento de lo que esperábamos de la producción de celdas y paquetes, nuestro plan ahora es producir 400.000 vehículos eléctricos en América del Norte en el transcurso de 2022, 2023 y la primera mitad de 2024». Fijaos que será un volumen acumulado, no anual.
«Todos nuestros lanzamientos de 2023 están progresando bien», añadió, por lo que espera que no se produzcan más de seis meses de retraso respecto a dos de sus promesas para el mercado masivo, Chevrolet Blazer EV y Equinox EV. Aunque las baterías se van a fabricar en Estados Unidos, la producción se realizará en Méjico.
Los modelos pick-up grandes, incluyendo Chevrolet Silverado EV y GMC Sierra Denali EV, esos sí que se van a hacer en Estados Unidos. Desde la Administración Trump y el nuevo acuerdo de libre comercio entre EEUU y sus vecinos, las reglas del juego están más niveladas, sobre todo a efectos de salario. Hacia finales de 2025, GM espera que su capacidad de producción de coches eléctricos sea de más de un millón de unidades, incluyendo ahí unos 600.000 pick-up.
Sobre esa fecha, GM también habrá logrado que todas sus ubicaciones en EEUU estén alimentadas con energías renovables, después de haber hecho unas cuantas compras en el sector energético, que tendrán que ampliar sus capacidades de generación sin emisiones. De momento, GM sigue absolutamente concentrada en Norteamérica, después de que su participación en Europa pasase a ser absolutamente de nicho (Corvette, Cadillac, y poco más).
