
"Es un error histórico de Europa". Pedro Sánchez critica la propuesta para mantener con vida el motor de combustión
La propuesta de la Unión Europea para flexibilizar sus objetivos de descarbonización en el sector del transporte no ha sido bien recibida por todos los países del bloque, entre ellos España.

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, ha calificado como "error histórico" la decisión de la Comisión Europea de echarse atrás en su objetivo de prohibir la venta de automóviles con motor de combustión interna para 2035. El nuevo enfoque de Bruselas, que apuesta por la neutralidad tecnológica y una reducción de emisiones del 90% en lugar del 100% respecto a los niveles de 2021, pone en riesgo las inversiones en electrificación.
Durante la clausura del acto 'Avanzando en el Pacto de Estado frente a la Emergencia Climática', que se celebró el pasado miércoles en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, Sánchez ha señalado que "es un error histórico de Europa porque la competitividad se garantiza por la sostenibilidad y no debilitando nuestros compromisos climáticos".
España fue, junto con Francia, uno de los países que se opuso frontalmente a la revisión de la norma, mientras que Alemania e Italia presionaron a la Comisión Europea para que relajara sus objetivos de descarbonización. Finalmente, Bruselas ha optado por un enfoque más conservador que también busca contentar a fabricantes como BMW, Renault, Stellantis o Volkswagen.
La propuesta de la Comisión Europea todavía debe ser votada por el Consejo y el Parlamento europeos, por lo que todavía hay margen para que reciba algunas modificaciones antes de llegar a su forma definitiva. En cualquier caso, es poco probable que este cambio de rumbo se vaya a revertir a pesar de las discrepancias de algunos países.

Las inversiones en electrificación, en riesgo
Recientemente, Sánchez pidió en una carta dirigida a Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, que se preservara "el actual nivel de ambición. La Comisión ya ha introducido flexibilidad. Cualquier flexibilización adicional correría el riesgo de desencadenar un retraso significativo en las inversiones de modernización, lo que tendría un impacto directo en la competitividad futura de la industria europea del automóvil".
El líder español llegó incluso a proponer que se limitara la producción de híbridos enchufables para fomentar la movilidad eléctrica, calificando a los PHEV como una solución de transición. En cuanto al plan de la Unión Europea para fomentar la adopción de vehículos eléctricos en las flotas corporativas, "tiene mucho potencial para ser un poderoso instrumento del lado de la demanda para los vehículos cero emisiones y para ampliar el acceso a la movilidad verde para los ciudadanos europeos, acelerando el crecimiento del mercado de segunda mano".

Actualmente, España se erige como el segundo mayor productor de automóviles de Europa, solo por detrás de Alemania, pero por delante de Francia, Italia y Reino Unido. Los bajos costes de la energía (producto del amplio despliegue de renovables) y laborales son vistos por muchos fabricantes como una oportunidad, lo que explica la asignación de proyectos como las gigafábricas de baterías de CATL y PowerCo en Figueruelas (Zaragoza) y Sagunto (Valencia).
Además, grupos como Stellantis o Volkswagen han otorgado la producción de algunos de sus modelos eléctricos más importantes a sus plantas españolas, véase los CUPRA Raval y Volkswagen ID. Polo, que se harán en Martorell (Barcelona), o los próximos Opel Corsa Electric y Peugeot E-208, que seguirán ensamblándose en Figueruelas.


