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Ahora no Permitir

Este taxista egipcio convirtió su viejo Fiat 127 a eléctrico

Permitidme presentaros a Ali al-Saeed, un taxista egipcio. Un buen día decidió comprarse un viejo Nasr 127, versión producida localmente y licenciada del Fiat 127 de tercera serie. Más cerca de 40 años que de 30, una pieza de museo. Aparentemente, su motor de 903 cc sería económico, pero resultó no ser así. El incremental coste de la gasolina, que llegó a doblarse -y eso que no es especialmente cara en Egipto-, le hizo tomar una decisión radical, convertirlo a coche eléctrico.

El Nasr 127 900 CL le costó cerca de 500 euros de enésima mano, lo que en estos lares sería carne de desguace, pero que en un país en vías de desarrollo aún tiene mucha guerra que dar mientras le cierren las puertas. La mecánica original rendía 40 CV en su versión de baja compresión (7,8:1), con gasolina de poco octanaje en mente.

Todos los Fiat 127 son de tracción delantera, pero el motor eléctrico impulsa al eje trasero, lo que hizo necesario cierto nivel de artesanía. Las baterías se ubican en el vano delantero y costaron casi seis veces más que el propio coche. Por ese precio entendemos que son baterías de bajo voltaje, ninguna sofisticación de litio ni cosas por el estilo. Según Ali, la inversión mereció la pena.

Ali cuenta a los reporteros de Reuters, que realizaron esta pieza, que tenía que echar gasolina cada dos días, es decir, gastaba por debajo de 15 litros diarios. Ha pasado a gastar 50 céntimos en electricidad para recorrer 100 kilómetros. También dijo que puede estar hasta una semana sin recargar, siempre y cuando haga desplazamientos cortos. Añadió que le encanta viajar y disfruta del silencio y comodidad, ¡como para no notar la diferencia!

La visión del vídeo puede poner los pelos de punta a cualquiera que trabaje en una ITV, en la DGT o en un taller especializado en conversiones. El transformador que recarga el coche ni siquiera tiene toma de tierra, aunque funciona con bajo voltaje, y emplea un prolongador, lo habitualmente contraindicado cuando se recarga un coche eléctrico. El Nasr 127 ciertamente no está en estado de concurso, pero le permite ganarse la vida.

Sobreentendemos que la recarga le lleva varias horas así, pero con que Ali tenga la costumbre de dormir por las noches, parece asumible. Esta conversión me ha recordado a una de la que tuve conocimiento 12 años atrás, el Vehículo Eléctrico Rosarino del argentino Ricardo Berizzo, conversión artesanal de un Fiat 147 a eléctrico con el motor de un ascensor desguazado. Si os pica la curiosidad, el vídeo sigue siendo visible.

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