La paridad de precios entre los coches eléctricos y los de combustión es un objetivo fundamental para lograr la expansión de la movilidad sostenible. Pero un hito que se esperaba alcanzar a corto plazo se ha ido alargando en el tiempo. Ahora un estudio indica que no sólo no se recortan distancias, sino que se están volviendo a separar. El principal problema es que esto afecta fundamentalmente a los fabricantes europeos.
Así lo ha indicado la consultora AlixPartners, que ha realizado un estudio donde analiza los costes de producción de coches en Europa, y donde compara el de los modelos de combustión y los eléctricos. El resultado, los costes de los eléctricos se ha disparado muy por encima de los de combustión.
Entre las razones está el alza de los costes de los materiales que dan forma a motores o baterías. Según los datos, el coste de los materiales por vehículo el pasado mes de septiembre ha sido de 5,076 dólares para los coches eléctricos, un aumento de 2,152 dólares respecto al promedio de 2020 (+135.8%). En el mismo período, los costes de materiales para los vehículos de combustión (incluidos los híbridos) fueron de 1851 dólares, frente a los 1.475 dólares de 2020 (+25.5%).
Se disparan los costes de producción en Europa
Los costes son para la producción en Europa, e incluyen todas las materias primas clave tanto para los fabricantes como los suministradores externos.
Según el informe, los costes específicos de los coches eléctricos representan más del 60% del total, 3.100 dólares por unidad. El resto son materiales comunes a todos los sistemas de propulsión.
Duse dijo que un cambio a materiales de batería menos costosos ayudaría a reducir los costos de producción de vehículos eléctricos. Los vehículos eléctricos a batería utilizan hoy en día baterías de litio, fabricadas con litio, cobalto, manganeso y níquel, donde los precios de estos materiales se han disparado recientemente.
Pero Europa añade otro problema. El coste de la energía. Y es que desde 2019, el coste de la energía ha comenzado una escalada que ha explotado totalmente con el inicio de la guerra de Ucrania, lo que ha supuesto que en estos dos años el coste energético de la producción haya crecido un 230%.
Lo peor es que según el informe, este incremento no ha tenido un gran impacto en los precios de la producción, estando lo más difícil todavía por llegar. Según el informe, el coste medio de producción de energía por vehículo de combustión interna en Europa aumentó en 512 dólares en la primera mitad de 2022 desde 2020. Los precios de futuros indican que los costes del gas natural serán 4,5 veces más altos en 2024 que en 2020, lo que añadiría otros 720 dólares por vehículo.
El aumento de 2020-2022 se debe principalmente a la energía utilizada en la extracción y transformación de materias primas (68%) la energía para el ensamblaje de piezas (18%) y el ensamblaje de vehículos el (14%).
Recuperación de las ventas en 2023
Con este escenario, el informe indica que este año será negro en cuanto a producción y se estima que las ventas de turismos e industriales ligeros caerán a 15 millones este año, desde los 16,8 millones en 2021.
Al mismo tiempo se espera que la recuperación sea lenta, comenzando en 2023 cuando se prevé que las ventas alcancen los 15,9 millones, subiendo a las 16,9 millones en 2024 y 17,7 millones en 2025.
Algo que nos muestra que aunque la capacidad de producción se recupere, con una mayor producción de componentes como los semiconductores, será complicado a corto plazo recuperar cifras de producción pasadas, como las 20.8 millones de unidades matriculadas en 2019, y también será complicado lograr la paridad de precios entre eléctricos y de combustión antes de 2025.
Y aquí es donde pueden entrar en juego la ventaja competitiva que están logrando los grupos foráneos, principalmente los chinos, que pueden entrar en el mercado europeo de la mano de unas gamas con costes de producción mucho menores y sin problemas de suministro de semiconductores ni baterías.
Vía | Autonews