Los fabricantes tradicionales no están siendo precisamente ambicioso en el sector de las motos eléctricas. Algo que en el Salón de la Moto de Milán se está comprobando tanto con las básicas prestaciones de la Honda EM1, como ahora con las Kawasaki Ninja y Z presentadas por la marca nipona.
La buena notica es que a pesar de ser prototipos, estas dos propuestas llegarán en 2023. Unas motos que cuentan con un diseño aparente, y que esconden en su interior unas prestaciones que no son para tirar cohetes.
En ambos casos las Ninja y la Z se colocarán en la homologación equivalente a 125 CC, lo que supone que se podrán conducir con el carné de coche. También que no tendrán unos motores demasiado potentes. Menos de lo que muchos estarán pensando al ver las primeras fotos.
Kawasaki Ninja y Kawasaki Z
En ambos casos el sistema de propulsión se colocará por debajo de los 11 kW, que es la potencia máxima nominal para la homologación A1. Por lo tanto, no hablamos de motos muy rápidas que se diferencian entre que una nos propone un diseño sport, mientras que la otra lo hace desde una imagen naked.
Pero más llamativa es la cuestión de la batería, y es que Kawasaki ha indicado que ambos modelos vendrán dotado de una batería dual extraible, con una capacidad de 3 kWh. Una frase algo encriptada que no sabemos si se refiere a que cada moto contará con dos packs de 3 kWh, sumando 6 kWh, o si los packs «fácilmente extraibles» serán de 1.5 kWh cada uno.
Algo que nos indica que hablamos en todo caso de modelos urbanos de corta distancia, con una autonomía de entre 60 y 70 kilómetros con cada carga. y que al menos se convertirán en un producto comercial siendo su fecha de llegada este próximo 2023.
