A pesar de la presunta mejora en los niveles de acabado de Tesla, está claro que algo pasa en las unidades que se fabrican en Estados Unidos, que se han hecho famosas por fallos tan graves como techos que salen volando, fallos en el Autopilot, arena que se acumula en el guardabarros, y ahora por el viral caso de un Model Y al que se le ha despegado el volante en plena circulación por una autovía.
La historia la protagoniza un Tesla Model Y entregado el pasado 24 de enero, hace ahora justo una semana. Un modelo que de forma espontánea ha visto como el volante se salía de su lugar mientras el coche estaba circulando por una autovía de Nueva Jersey, con el consiguiente susto para toda la familia que en ese momento estaba en el vehículo.
Por suerte para la conductora, no venía ningún coche detrás, por lo que pudo parar el vehículo en medio del carril y avisar a los servicios de emergencia y a la grúa.
Una historia más que curiosamente no es la primera vez que sucede en un Tesla, y que puede ser una de las más inquietantes.
Pero la cosa no termina ahí. Una vez el coche en Servicio técnico oficial de Tesla, los técnicos han contactado con la propietaria para preguntar la razón por la que habían llevado el coche a reparar. Sin duda, el no tener el volante en su sitio es algo bastante fácil de identificar.
Puede ser que el primer contacto se realice desde la zona administrativa para dar entrada al vehículo. Lo más llamativo, e indignante, es que una vez analizado el problema…Tesla ha enviado una factura del coste estimado que costará reparar el vehículo. Una factura de 103.96 dólares. Una cantidad que no es grande en si, pero que resulta totalmente vergonzosa el simple hecho de proponer que el cliente tenga que hacerse cargo de un alarmante fallo de producción.
Posteriormente tras mostrar su enfado, la clienta ha logrado que Tesla retirase ese cargo, pero han decidido que la seguridad es lo primero, y han pedido la devolución del coste del vehículo en su totalidad. Algo que veremos si sucede, o tendrá que unirse a la lista de clientes que han llevado a la marca americana a los tribunales.
Opinión
La cuestión es que problemas en la producción de vehículos han tenido todas las marcas. No hay más que recordar por ejemplo las 1.4 millones de unidades que en 2021 llamó Ford a revisión por el riesgo de caída del volante ya que los tornillos se aflojaban con el paso del tiempo. En este caso la alerta saltó después de un par de accidentes, con al menos un herido de consideración.
Algo que nos indica que por un lado Tesla necesita mejorar sus controles de calidad, principalmente de sus fábricas estadounidenses, pero sobre todo necesita desesperadamente mejorar el servicio de postventa, que puede marcar la diferencia de un cliente enfadado, a un cliente indignado que acudirá a los juzgados.
