Estos días han saltado a las redes una imágenes de un presunto Tesla realizando unas pruebas en las carreteras chinas. Un modelo que ha desconcertado a muchos usuarios que no saben si están ante una mula del próximo coche económico de Tesla que usa un Mazda CX-30 para el desarrollo, o ante un prototipo de Mazda que utiliza componentes de Tesla.
La teoría más extendida es que se trata de un prototipo de Tesla. Factores como las llantas, y sobre todo los frenos con el logo de la marca americana, hacen pensar que se trata del chasis del Model 2, pero que usa la carrocería del Mazda CX-30 para despistar.
Por otro lado, de querer pasar desapercibido, habría sido mucho más inteligente no utilizar las reconocibles llantas del Tesla Model Y, que le han delatado a leguas.
La elección de esta carrocería de Mazda nos confirmaría que el nuevo modelo económico de Tesla se situará en el segmento de los CUV. Un crossover compacto que se colocará en el segmento B, y que tiene como objetivo ofrecer un producto por debajo de los 30.000 euros en su versión más económica.
Esto se confirmaría con la filtración de unos bocetos en Holanda, donde se pueden ver diferentes propuestas sobre la mesa de trabajo de un diseñador. Y entre ellos hay dos vistas, de frontal y trasero, que no dejan lugar a la duda que se tratará de un CUV.
Para lograr situar al Model 2 en un segmento de precios más bajo que sus hermano, además de la nueva plataforma, Tesla también podría lograr rebajar los costes usando alternativas como replicar el proceso de producción con grandes piezas de fundición que está empezando a aplicar en el Model Y, que simplifica y abarata el proceso. También estaría el uso de baterías de litio-ferrofosfato, que han logrado bajar su coste incluso más que las NCM.
¿Mazda usando componentes de Tesla?
La otra teoría que circula, y que tiene menos seguidores, es que realmente se trata de una mula de Mazda, que está probando algunos componentes de Tesla para sus futuros lanzamientos.
Y es que después de quedarse en el vagón de cola en cuanto a lanzamientos y ventas, Mazda necesita dar un paso adelante muy significativo si no quiere diluirse en el mercado.
Un fabricante que al igual que otras marcas japonesas, como Toyota, se mostraba reacia a apostar por el coche eléctrico. En su momento llegó a vaticinar que, para el año 2030, este tipo de vehículos apenas supondrían el 25% de sus ventas globales. Sin embargo, la rápida evolución de mercados como China, Europa y Norteamérica le ha obligado a cambiar radicalmente de estrategia.
A finales del año pasado, la compañía anunció un plan de inversiones de 10.300 millones de euros con el objetivo de electrificar su gama. La nueva estrategia corporativa contempla que los coches eléctricos supongan hasta el 40% de su volumen total para finales de la década, cifra que podría llegar al 70% en regiones como Europa.
Un plan que necesita de modelos a la venta, y además no sólo propuestas para cumplir el expediente, sino aquellas que llevan dinero a las cuentas.
¿Y vosotros qué pensáis? ¿Tesla usando un Mazda, o Mazda usando componentes de Tesla?
Fuente | Motor.es
