Hace unas horas que hemos conocido los datos de autonomía homologada del Fisker Ocean. Un SUV eléctrico que quiere dar un golpe sobre la mesa con un conjunto donde aglutina un elevado nivel de calidad en la producción, un diseño atractivo, un sistema de propulsión eficiente y un precio muy competitivo. Ahora ya conocemos los datos de autonomía del Ocean que han superado las expectativas del propio fabricante.
Según los datos logrados durante los test de autonomía, el Fisker Ocean con la batería de 100 kWh ha logrado alcanzar los 707 kilómetros con una carga. Una cifra que superan los 630 km que anunciaba el fabricante hasta ahora, y que supone sin duda todo un espaldarazo al proyecto.
Según el propio Henrik Fisker, CEO y fundador de la marca “Desde el principio, planeamos el Fisker Ocean para ofrecer el más alto nivel de diseño, sostenibilidad, innovación, usabilidad y variedad. Creamos un fantástico vehículo para 5 pasajeros, ofreciendo a nuestros compradores una amplia gama de confianza y comodidad en cada viaje”.
Esto permite al SUV americano superar a rivales como el Tesla Model Y, con 533 km en su versión Long Range, los 552 km del Skoda Enyaq iV, o los 600 km del Ford Mustang Mach-e ER RWD, e incluso colocarse muy por delante de rivales de segmentos superiores, como el Tesla Model X o el Mercedes-Benz EQE.
El Ocean estará disponible en Europa a finales de abril. Algo posible gracias a la inminente entrega de la homologación europea que indican les será concedida el día 28 de este próximo mes de abril, momento en el que se abrirá el proceso de entregas.
Como recordamos, la gama Ocean disponible para Europa está dividida en cuatro niveles de equipamiento: Ocean Sport, Ocean Ultra y Ocean Extreme, y una cuarta denominada Ocean One, que es una edición especial de lanzamiento.
Salvo la versión de acceso, Sport, que es de propulsión trasera, las otras dos son de tracción total. El Ocean Sport será tracción trasera y tendrá unas baterías LFP (litio-ferrofosfato) con las que homologará unos 440 km WLTP. Su tren motriz de 205 kW (279 CV) le permitirá alcanzar los 100 km/h en 7.4 segundos, y su precio será de 41.900 euros.
El Ocean Ultra y el Ocean Extreme tendrán por su parte un sistema de tracción total con vectorización de par y unas baterías NCM (níquel, cobalto, manganeso) de 100 kWh.
En el caso del Ultra, este cuenta con un sistema de propulsión de 402 kW (539 CV) con el que puede acelerar hasta los 100 km/h en 4.2 segundos, con una autonomía antes de la homologación y estimada por el fabricante de 610 kilómetros. Algo que nos indica que posiblemente la cifra final rondará los 650 km. Todo con un precio de 57.500 euros.
Por su parte la variante Extreme sube su potencia hasta los 410 kW (550 CV) y acelera hasta los 100 km/h en apenas 3.9 segundos, con una autonomía de 707 km WLTP, llegando su precio a los 69.950 euros.
Un Fisker Ocean que no parece tener rival en su segmento en relación precio, prestaciones. La variante Ultra se coloca como una opción de lo más interesante entre las opciones de largo alcance, con la mayor potencia, la batería de mayor capacidad, y la mejor autonomía, todo con un precio que se coloca 10.800 euros por debajo del Tesla Model Y Long Range. Una de las principales referencias del segmento.
Queda por analizar los equipamientos, pero todo hace indicar que salvo sorpresa, o que la producción no acompañe, el Fisker Ocean será un gran protagonista en los próximos meses cuando comience a llegar a los primeros clientes.
Un modelo fabricado en la planta de Magna en Austria, que sin duda dará mucho que hablar, y que ha recibido una gran acogida en forma de reservas, lo que ha llevado a Fisker a buscar ampliar la producción más allá de las 50.000 unidades pactadas para 2024.
El propio Henrik Fisker, fundador y presidente de la marca, estima que Magna podría triplicar la producción anual del Ocean hasta las 150.000 unidades. Actualmente, la marca acumula más de 58.000 reservas anticipadas (además, la edición especial de lanzamiento One, limitada a 500 unidades, está completamente agotada y cuenta con una lista de espera propia de 1.000 interesados en caso de que algún reservista se eche atrás), lo que evidencia un elevado grado de interés.
Un conjunto que sobre el papel parece muy completo, y que ahora solo le queda superar el habitual infierno productivo que tienen que pasar las startups cuando arrancan la producción de sus primeros modelos.
