De acuerdo con un borrador al que ha tenido acceso Reuters, la Comisión Europea está preparando una propuesta para permitir la venta de automóviles térmicos capaces de funcionar con combustibles sintéticos a partir de 2035, año en el que se iba a prohibir la comercialización de coches nuevos con motor de combustión interna.
Con este movimiento, Bruselas cede ante las presiones de Alemania, que amenazaba con paralizar la norma de no admitirse una exención para los e-fuels. Recordemos que su posición está respaldada por otros países europeos como Italia, República Checa, Polonia, Rumania, Hungría y Eslovaquia, con los que ha hecho frente común para lograr sus objetivos.
La propuesta contempla la creación de una nueva categoría en la Unión Europea para vehículos que funcionen con combustibles climáticamente neutros. Estos automóviles deberán contar con una tecnología que les impida arrancar si utilizan otros tipos de carburantes, si bien todavía no se ha detallado el sistema a implementar.
De acuerdo con fuentes familiarizadas con el asunto, Alemania no vería con buenos ojos este requisito, pues los fabricantes se verían obligados a desarrollar nuevos motores capaces de reconocer el uso de e-fuels. El ministro de Transporte alemán, Volker Wissing, se encuentra negociando este punto antes de dar luz verde a un acuerdo definitivo.
España y Francia, en contra de las maniobras de Alemania
Los combustibles sintéticos se obtienen a partir de hidrógeno verde y dióxido de carbono recapturado. Muchos expertos advierten de que es poco probable que lleguen a ser competitivos desde un punto de vista económico debido al enorme gasto energético que supone su producción; además, no solucionan el problema de las emisiones de NOx y partículas en las áreas urbanas.
Países como España o Francia se han opuesto frontalmente a las maniobras de Alemania, que cambió su posición a última hora después de haber dado su visto bueno a los objetivos europeos hace unos meses. «No se puede decir que hay una emergencia climática, que nuestras ciudades están demasiado contaminadas […] y retrasar el paso al vehículo eléctrico. No se puede retrasar ese objetivo», declaraba recientemente Bruno Le Maire, ministro de Economía francés.
«Decir que nos electrificaremos pero que también nos quedaremos un poco con la combustión interna es económicamente incoherente y peligroso para la industria. No es de nuestro interés, no es de interés para los fabricantes de automóviles y no es de interés para el planeta».
Fuente | Reuters
