HIF Global (Highly Innovative Fuels Global), una multinacional especializada en el desarrollo de combustibles sintéticos que cuenta con el respaldo de Porsche, ha anunciado la construcción en Texas (Estados Unidos) de la mayor planta de e-fuels del mundo. Gracias a estas instalaciones, la compañía aspira a rebajar el precio de estos carburantes a unos 2 euros el litro.
«En diciembre, nuestra instalación de e-fuels en el sur de Chile comenzó la producción de gasolina sintética, mostrando al mundo que los e-fuels neutrales en carbono van directamente a los motores de los automóviles ya existentes para descarbonizar la infraestructura que usamos todos los días», explica Meg Gentle, directora ejecutiva de la Junta de HIF Global.
«En Texas, llevaremos los e-fuels al siguiente nivel de escala comercial, ahora se nos permite construir la instalación de e-fuels más grande del mundo, para producir aproximadamente 200 millones de galones [750 millones de litros] por año de combustible para embarcaciones y gasolina sintética, el equivalente a descarbonizar más de 400.000 coches«.
Todo este combustible se producirá a partir de 2 millones de toneladas de dióxido de carbono recapturado y 300.000 toneladas de hidrógeno verde obtenido mediante electrolisis con energía de origen renovable. La gasolina resultante se podrá utilizar directamente sin necesidad de modificar los propulsores de los vehículos.
Los combustibles sintéticos permitirán mantener en circulación los vehículos clásicos e históricos
En la planta piloto de Haru Oni (Chile), HIF Global actualmente produce e-fuels a un coste de 50 euros el litro. Cuando alcance la escala suficiente, su precio podría bajar a los antes mencionados 2 euros el litro… sin incluir, eso sí, impuestos. Por lo tanto, seguirá tratándose de una solución muy costosa, pues el proceso de producción supone un enorme gasto energético (a lo que deberíamos sumar la baja eficiencia de los motores de combustión interna).
Un coche eléctrico a baterías aprovecha aproximadamente el 70% de la energía inicial, mientras que uno térmico alimentado por combustibles sintéticos se queda en un 14%. Dicho de otra forma, necesita cinco veces más electricidad.
Por este motivo, la inmensa mayoría de fabricantes tienen claro que, para automóviles nuevos, la solución ideal es la electrificación directa. Sin embargo, los combustibles sintéticos permitirán descarbonizar los modelos térmicos ya fabricados, véase los vehículos clásicos e históricos, que podrán seguir funcionando con su mecánica original.
«La amplia adopción de los e-fuels ofrecería a los clientes con vehículos de combustión interna ya existentes una opción fácil y asequible para descarbonizarlos», señalaba recientemente el grupo Stellantis, que está investigando su uso en 28 familias de motores Euro 6.
Fuente | Caradisiac
