Europa aprueba las rutas de carga de coches eléctricos con puntos de 400 kW cada 60 km para 2026
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Publicado: 12/07/2023 11:04
El Parlamento Europeo ha adoptado esta semana un conjunto de reglas para mejorar las redes de carga de los coches eléctricos, y donde se han lanzado normas para favorecer tanto pagos más fáciles, como una mayor potencia de carga y disponibilidad.
Y es que si Europa quiere acelerar la implantación del coche eléctrico, reducir sus emisiones y su dependencia energética externa, tiene que desplegar una red de carga fiable, que atienda a las necesidades de un número creciente de clientes, pero que además sea accesible a todos los perfiles.
Para lograrlo, el Parlamento Europeo ha lanzado un paquete de medidas regulatorias dentro de la iniciativa «Fit for 55», destinado a reducir las emisiones de la UE en un 55% para 2030. Estas regulaciones se enfocan en expandir el acceso a las redes de carga rápida de vehículos eléctricos que obligarán a los operadores a unas potencias mínimas, pero también buscará que las estaciones tengan una distribución más armonizada, marcando una distancia máxima entre ellas.
Las reglas cubren la “red básica RTE-T” de Europa, que se extienden por las principales redes arteriales de Europa.
Estas nuevas medidas supondrán que en 2026, se instalarán cargadores con una potencia de al menos 400 kW y al menos cada 60 km, mientras que dos años más tarde, en 2028, la potencia mínima de las nuevas estaciones aumentará a 600 kW. Hay también reglas concretas para la carga de camiones y autobuses eléctricos, con puntos de carga cada 120 km con una potencia de entre 1,4 y 2,8 MW, dependiendo de la carretera.
Para 2027, Europa desarrollará una base de datos pública de estas estaciones de carga con información sobre disponibilidad, tiempos de espera y precios para diferentes estaciones, independientemente de la red.
Además del número de estaciones, su potencia y situación, el sistema de pagos es otro de los grandes retos de un sector enormemente dividido con decenas de aplicaciones.
Para tratar de poner un poco de orden en este caos, la UE exigirá que los clientes puedan pagar de una forma más sencilla, como por ejemplo con tarjetas bancarias o dispositivos sin contacto, y además, los precios deberán mostrarse al cliente de una forma clara.
Un paso adelante importante, pero que llega algo tarde en algunos aspectos, y es que aunque la distribución y los objetivos de potencia instalada tienen ciertos retos técnicos, las cuestiones de la regulación de los pagos o una información más clara de los precios de la carga, podrían aplicarse ya mismo.
Fuente | EC Europa