Aunque con dos años de retraso respecto a las estimaciones iniciales, la primera Tesla Cybertruck ya ha salido de la línea de producción en Giga Texas. Este hito, que ha sido anunciado por la propia compañía en su cuenta oficial de Twitter, no marca sin embargo el comienzo de la producción en volumen, que se hará esperar hasta el año que viene.
Los analistas estiman que Tesla acumula aproximadamente 1,7 millones de pedidos anticipados de su camioneta, que podría convertirse en el automóvil más vendido de Estados Unidos una vez el ritmo de fabricación sea lo suficientemente alto (no olvidemos que las Ford F-150, Chevrolet Silverado y RAM 1500 son los tres vehículos más populares de la región, por delante de cualquier turismo).
Las Ford F-150 Lightning, Chevrolet Silverado EV y RAM 1500 REV serán de hecho las principales rivales de nuestra protagonista, que también tendrá que enfrentarse a propuestas como la GMC Hummer EV. Al igual que Chevrolet, GMC pertenece a General Motors, grupo que cuenta con una tercera pick-up eléctrica en discordia: la GMC Sierra EV, melliza de la Silverado EV.
En un principio, la Cybertruck será el primer modelo de la marca en integrar un sistema eléctrico de 1.000 voltios, lo que sobre el papel debería permitirle exprimir las capacidades de los Supercargadores V4, diseñados para funcionar a 1.000 voltios y 615 amperios (615 kW de potencia). En su variante tope de gama (Quad Motor; es decir, de cuatro motores) superará los 800 km EPA de autonomía.
La Tesla Cybertruck acumula 1,7 millones de reservas
Más allá de sus especificaciones técnicas líderes, la pick-up de Tesla se distinguirá de la competencia por su radical estética, con una angulosa carrocería de acero inoxidable que no dejará a nadie indiferente. Su habitáculo seguirá la filosofía minimalista de la empresa, con un salpicadero plano y una enorme pantalla flotante en formato horizontal que aglutinará prácticamente todos los controles del vehículo.
Su volante será completamente inédito, quedando a caballo entre uno convencional y el polémico yoke de los Model S y Model X: si bien estará achatado tanto por arriba como por debajo, tendrá un aro cerrado. Los controles del volante seguirán siendo hápticos en lugar de físicos, y no dispondrá de palancas en la caña de dirección. Un elemento del prototipo original de 2019 que a priori no se mantendrá en el modelo definitivo será la consola central transformable en un tercer asiento delantero.
