No se puede viajar con un coche eléctrico. ¿Seguro? Los que tienen uno no dicen lo mismo

Un análisis de Electromaps señala que los conductores de coches eléctricos son propensos a realizar viajes largos con sus vehículos. Estos priorizan la velocidad de recarga a la hora de elegir un punto en el que detenerse durante el trayecto.

Recientemente, te contábamos que un estudio realizado por Plenoil desvelaba que el 50 % de los conductores españoles descartaba la posibilidad de comprarse un coche eléctrico.

Y las razones que lo justificaban eran que su elevado precio (para el 61,3 % de los encuestados), la escasez de puntos de recarga (46,6 %), el tiempo de carga (35,7 %), el precio de la electricidad (32,6 %) y la idea de que este tipo de coches no son el futuro (27,4 %).

No en vano, está muy instalado en la sociedad que no es factible viajar cómodamente con un coche eléctrico. Sin embargo, un estudio realizado por Electromaps señala que el 60,6 % de los usuarios de este tipo de vehículo cero emisiones realiza viajes de más de 200 kilómetros con frecuencia.

Viajar con un coche eléctrico

El crecimiento y la aceptación de los vehículos eléctricos en España continúan en alza, según un reciente estudio realizado por Electromaps, empresa española proveedora de servicios de movilidad eléctrica en el sur de Europa.

Y, en lo referente a los trayectos largos que tanto se ponen en duda para los coches eléctricos, los resultados de dicho estudio revelan que los viajes de más de 200 kilómetros son habituales para el 60,6 % de los conductores de vehículos eléctricos puros en el país.

El estudio tuvo lugar durante los meses de diciembre y enero, encuestando a los usuarios de la aplicación de Electromaps. Entre las conclusiones más destacadas, se encontró que el 30,3 % de los encuestados afirmó conducir más de 200 kilómetros diariamente o casi a diario.

Además, el 7,9 % realizaba este tipo de trayectos cuatro o cinco veces a la semana, y el 22,5 % entre una y tres veces por semana. Por otro lado, un 33,5 % de los usuarios admitieron realizar estos viajes con menos frecuencia, mientras que el 5,8 % aún no había realizado ningún trayecto de más de 200 kilómetros, principalmente debido a la falta de autonomía de sus vehículos.

Uno de los aspectos clave del estudio se centró en las recargas durante los trayectos largos. La Dirección General de Tráfico (DGT) recomienda planificar los viajes por carretera, especialmente en períodos de gran afluencia como los previstos en estas fechas.

Los usuarios de vehículos eléctricos siguen este consejo y señalan que, para los viajes largos, suelen parar en electrolineras en un 41,4 % de los casos.

Sin embargo, es interesante destacar que incluso en trayectos medianos o largos, un 28,9 % sigue utilizando cargadores ubicados en la vía pública, un 16,6 % recarga en puntos habilitados por establecimientos o centros comerciales, y solo un 10,9 % carga su vehículo en los cargadores proporcionados por locales de restauración y hostelería. Por último, un 20,1 % admite recargar en su hogar o en un parking privado.

Prioridades de recarga y factores decisivos al elegir cargador

El comportamiento de las recargas durante un viaje largo difiere significativamente del día a día.

En la vida cotidiana, el hogar o el parking privado es el lugar preferido para cargar el vehículo eléctrico (75,9 %), seguido de la calle o vía pública (64,5 %), las zonas comerciales (63,5 %) y las electrolineras (48,2 %).

Los puntos de recarga en parkings públicos (33 %), establecimientos de restauración y hostelería (30,9 %), estaciones de servicio y gasolineras (27,4 %) o el lugar de trabajo (21,6 %) son menos utilizados para las recargas habituales.

La velocidad de recarga se ha revelado como un factor decisivo a la hora de elegir un cargador durante los viajes largos. El 64,6 % de los usuarios encuestados señaló la velocidad de recarga como el factor más importante, seguido por el coste de la recarga (45,9 %), la ubicación del punto de carga (41,4 %) y la fiabilidad del mismo (40,6 %).

Esto también se refleja en las respuestas a la pregunta sobre qué opción elegir para recargar un vehículo eléctrico cuando se encuentra al 10 % de batería y se necesita conseguir una autonomía de 350 km para un trayecto largo.

Según el estudio, el 36,8 % de los encuestados preferiría cargar durante 35 minutos a un coste de 27 euros, mientras que el 29,6 % optaría por cargar durante 90 minutos por 18 euros. Por otro lado, el 18,1 % de los usuarios elegiría la opción de carga gratuita durante 9 horas.

La potencia del cargador también juega un papel importante en la elección de los usuarios para los viajes largos. El estudio reveló que el 40,6 % de los encuestados optaría por cargadores que ofrecen potencias de entre 50 y 100 kW. Un 34,6 % preferiría la carga superrrápida o ultrarrápida, con una potencia de más de 100 kW, mientras que el 32,9 % elegiría una potencia de carga de 7,4 a 49 kW.

Mayor confianza en el coche eléctrico

Estos datos reflejan la creciente confianza y adopción de los vehículos eléctricos en España, así como la capacidad de los conductores de realizar trayectos largos de manera frecuente.

A medida que aumente la infraestructura de carga en el país y se mejoren las capacidades de los vehículos eléctricos en términos de autonomía y velocidad de carga, se espera que esta tendencia se fortalezca aún más.

El estudio de Electromaps demuestra que los conductores de vehículos eléctricos en España están dispuestos a enfrentarse a los desafíos de los viajes largos y que cuentan con opciones adecuadas para recargar sus vehículos durante estos trayectos.

Además, la velocidad de recarga se ha convertido en un factor clave en la elección de los usuarios, lo que resalta la importancia de seguir desarrollando una infraestructura de carga rápida y eficiente en todo el país.

A medida que se superan las barreras de autonomía y se expande la red de puntos de recarga, el uso del vehículo eléctrico en España se convertirá en una opción aún más atractiva y viable para los conductores, contribuyendo así a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y a la transición hacia un transporte más sostenible.