El ascenso del coche eléctrico está provocando que incluso empresas fuertemente relacionadas con el mundo de los carburantes fósiles, como las petroleras, estén buscando introducirse en el negocio de la producción de componentes y materiales para producir baterías. Es el caso del gigante norteamericano Exxon Mobil, que se prepara para meterse de lleno en el mundo de la extracción de litio.
Según informa Reuters, Tesla y otros fabricantes de coches eléctricos están en conversaciones con Exxon Mobil para comprar litio de una nueva instalación que se levantará en Arkansas.
Hay algunos metales que deben extraerse más para respaldar una demanda de baterías impulsada principalmente por el ascenso cada vez más rápido de las ventas de coches eléctricos.
Uno de los más importantes y con mayor demanda está siendo el litio. Un metal cuyo precio ha sido bastante volátil en los últimos dos años, lo que está llevando a los fabricantes de coches y de baterías a buscar acuerdos a más largo plazo para lograr una estabilidad en las tarifas.
De acuerdo con un informe de Benchmark Mineral Intelligence, después de experimentar un aumento durante dos años, el precio del carbonato de litio, un ingrediente fundamental en las baterías de los vehículos eléctricos, ha disminuido más del 65 % desde enero de este año.
Según informa Bloomberg, entre los posibles clientes de esta instalación están Tesla, Ford y Volkswagen, así como los fabricantes de baterías coreanos Samsung y SK Innovation. Unas compañías que están en plenas conversaciones con Exxon Mobil para comprar litio de una nueva instalación que se situará en tierras norteamericanas.
Un movimiento que sin duda tendrá un efecto llamada entre otras empresas que buscarán sus propias oportunidades en un pujante sector, y entre las que se encuentran Standard Lithium, que también está preparándose para levantar instalaciones de extracción y refinado de litio en Estados Unidos.
Algo que supondrá la creación de trabajo de forma local, y también permitirá desarrollar una alternativa al suministro desde China, que se ha convertido en el epicentro de su procesado.
