La Administración Nacional para la Seguridad en la Carretera de los Estados Unidos, la NHTSA, ha vuelto a poner el foco en Tesla, y ya van unas cuantas. Esta última tiene que ver, de nuevo, con el sistema Autopilot de la marca norteamericana.
Actualmente, Tesla ofrece su sistema de piloto automático, llamado Autopilot, y el software Full Self-Driving (FSD). Aunque Elon Musk se empeñe en calificarlo como un sistema de conducción autónoma, la Sociedad de Ingenieros Automotrices (SAE) lo cataloga como asistentes a la conducción de Nivel 2.
«Todos los coches Tesla vienen de serie con un hardware avanzado capaz de ofrecer las funciones de piloto automático y capacidades de conducción autónoma total», asegura Tesla en su página web al respecto del Autopilot. El sistema permite que sus vehículos giren, aceleren y frenen automáticamente dentro de su carril, pudiendo incluso cambiar de carril en las autopistas en su versión mejorada.
Una situación que se produce, por cierto, en un momento en el que Tesla se enfrenta a dos juicios sucesivos por acusaciones relacionadas con el Autopilot y su posible culpabilidad en un par de accidentes fatales sucedidos en Estados Unidos.
El «modo oculto» del Autopilot que está siendo investigado
Las noticias que llegan desde el otro lado del charco dicen que la NHTSA envió una carta a Tesla en el mes de julio solicitando toda la documentación relevante de su sistema Autopilot. En esta carta, además, se exigía que el envío antes del 25 de agosto, a riesgo de sufrir una penalización diaria de hasta 26.315 dólares.
El motivo: la posible existencia de una configuración oculta en los vehículos Tesla que permite a los conductores utilizar esta función sin que se active la advertencia de la necesidad de conducir con las manos en el volante. Es decir, sin que sea necesario ejercer presión en el volante durante largos períodos de tiempo.
Curiosamente, fue un hacker, conocido como @greentheonly, el que reveló la presunta existencia de esta configuración secreta, conocida popularmente allí como «modo Elon». Recordemos que las autoridades federales obligan a los fabricantes a que estas tecnologías de apoyo a la conducción lleven consigo mecanismos que aseguren que los conductores mantienen las manos en el volante –y la atención– en todo momento para evitar accidentes.
«La relajación resultante de los controles podría conducir a una mayor falta de atención del conductor y a que el conductor no supervise adecuadamente el piloto automático», aseguraba la carta de la NHTSA enviada a Tesla.
Según la información compartida por Automotive News Europe, el regulador estadounidense sí habría recibido la documentación por parte de Tesla. Sin embargo, la respuesta por parte de la NHTSA se producirá de forma privada y se mantendrá confidencial.
Curiosamente, en Aliexpress se vende un pequeño accesorio para el Tesla Model 3, por apenas 22 euros, que funciona a modo de contrapeso y que realiza esta función que está investigando la NHTSA. ¿Lo conocías?
Fuente | Automotive News Europe
