A finales del año pasado, Subaru dio un giro de 180º a su estrategia de electrificación. La firma japonesa anunció su decisión de detener el desarrollo de sus híbridos enchufables para centrarse en los eléctricos puros, un movimiento motivado por las bajas ventas del Crosstrek Hybrid, del que apenas se despacharon 2.600 unidades en 2021 (menos del 1% del volumen total de la marca en Estados Unidos).
A día de hoy, Subaru comercializa un único modelo eléctrico a nivel global: el Solterra, un SUV mediano (segmento D) de orientación campestre derivado del Toyota bZ4X. Hace unos meses, la compañía confirmó su intención de completar su gama cero emisiones con tres todocaminos adicionales, los cuales se lanzarán de aquí a finales de 2026.
Aunque los objetivos de ventas de coches eléctricos que dio a conocer hace unos meses eran relativamente ambiciosos (200.000 unidades en 2026 y el doble en 2028), la rápida transformación de los principales mercados internacionales ha obligado a Subaru a revisar sus planes al alza.
«El mercado de Estados Unidos está cambiando a la electrificación a un ritmo rápido, y la situación ha cambiado considerablemente en los últimos meses», declara Atsushi Osaki, CEO del fabricante nipón. «A la luz de la velocidad de este cambio en Estados Unidos, creemos que es el momento de decidir sobre la producción de BEV [Battery Electric Vehicles] en Estados Unidos».
Subaru seguirá colaborando estrechamente con Toyota, su principal accionista
La nueva estrategia corporativa contempla que el 50% de sus ventas mundiales en 2030 se correspondan con eléctricos; es decir, unas 600.000 unidades. En el caso concreto del mercado estadounidense, se tratará de llegar a los 400.000 ejemplares en 2028.
Además, su oferta eléctrica estará formada por ocho modelos para finales de la década. Nada mal si tenemos en cuenta que su gama norteamericana actualmente se compone de nueve vehículos (Impreza, Legacy, Crosstrek, Forester, Outback, Ascent, Solterra, BRZ, WRX). Si bien sus cuatro primeros eléctricos serán SUV, Osaki ha dejado caer que los cuatro siguientes tendrán unas carrocerías más variadas. Su producción se concentrará en Norteamérica y Japón.
Se sabe que uno de ellos será un crossover con tres filas de asientos que, al igual que el Solterra, será producido por Toyota. Aunque ambas empresas seguirán colaborando estrechamente, Subaru también quiere desarrollar coches eléctricos de forma independiente. Su principal proveedor de baterías será Panasonic, que comenzará a suministrarle a mediados de la década celdas cilíndricas de nueva generación.
Fuente | InsideEVs
