La compañía sueca Candela se ha propuesto trasladar la movilidad eléctrica también al transporte marítimo, y es por eso que lleva años trabajando en unas propuestas cada vez más competitivas. El último hito ha sido lograr un récord de autonomía de su modelo Candela C-8.
Un modelo de hidroala 100% eléctrico que esta semana ha establecido un nuevo récord mundial de autonomía en 24 horas, logrando completar nada menos que 420 millas náuticas, o 777 km, en 24 horas, con una velocidad media de 17 nudos, o 31 km/h.
Este récord lo ha logrado en las rutas navegables interiores cerca de Estocolmo, partiendo del puerto de Frihamnen. Un barco propulsado por electricidad que cuenta con un sistema de hidroala que le eleva sobre las aguas con un sistema compuesto por estructuras en forma de alas debajo del barco que aumentan el rendimiento y la eficiencia, además de sus hélices dobles contrarrotativas.
Gracias a esto, el C-8 casi no crea estela, disfrutan de una exención del límite de velocidad que les permite alcanzar velocidades de hasta 30 nudos (56 km/h) en las vías navegables del centro de la ciudad. Las embarcaciones tradicionales, por el contrario, tienen la velocidad limitada a los 12 nudos (22 km/h). Debido a esta diferencia, los hidroalas podrían reducir los tiempos de viaje a la mitad, además de reducir el daño a la vida silvestre y el fondo marino.
Cuenta con un sistema eléctrico suministrado por Polestar, incluyendo la misma batería de 69 kWh que lleva la versión de acceso del Polestar 2, y que le proporcionan una autonomía de 57 millas náuticas, o 105 km, con cada carga.
Según la compañía, con una red de carga rápida, podrían completar la distancia entre Estocolmo y Helsinki, 440 kilómetros, en unas 13 horas. Tres horas menos que en un ferry.
De esta manera, el Candela C-8 se ha convertido en el barco eléctrico de mayor autonomía del mercado por un amplio margen, y probablemente uno de los más caros, con un precio inicial de 395.000 dólares.
Eso sí, el C8 es un ejemplo de los muchos beneficios que nos pueden ofrecer los sistemas eléctricos en el transporte marítimo, y por ejemplo, recorrer estos 777 kilómetros han tenido un coste de las recargas de 120 euros. Cifra que comparan con los 1.400 euros que habría costado con un modelo con motor de combustión.
Un barco convencional que además habría emitido alrededor de 1.785 kg de CO2 durante este recorrido, mientras que el C-8 emitió 17,4 kg teniendo en cuenta la producción de la electricidad usada para las recargas y basándose en el mix eléctrico de Suecia. Esto equivale a un 99% menos de emisiones de CO2.
