Aunque ya hemos hablado de este proyecto a principios de este año, estos días está volviendo a la actualidad un interesante proyecto que busca lanzar un coche eléctrico sencillo, sostenible y de precio razonable. El Luvly O, que por alguna razón está siendo publicitado pro algunos medios como el coche de IKEA.
La realidad es qué lo único en común con IKEA es su procedencia, Suecia, y que puede ser enviado desmontado a su destino. Pero aquí acaban las coincidencias.
Luvly deriva su nombre de LUV, o «Vehículo urbano ligero», que realmente marca las pautas para lo que buscan sus diseñadores que quieren fabricar un coche eléctrico pequeños pensados para un uso principalmente urbano.
Se trata de un urbano con un cuerpo de 2.7 metros de largo, como un Smart fortwo, con espacio para dos ocupantes y hasta 267 litros de capacidad en su maletero. Un eléctrico que cuenta con pequeño motor que le impulsa hasta los 90 km/h, y que se alimenta de dos baterías que suman una capacidad de 6,4 kWh, y que le permiten recorrer según el fabricante hasta 100 km.
Unas baterías que pueden ser extraídas tal como se puede hacer en una bici o una moto eléctrica, y de esa manera el cliente podrá usar solo una para moverse, y dejar la otra en casa recargándose. Unos packs de 15 kilos cada uno que podremos llevarnos a casa o a la oficina para cargarlos allí.
Otro aspecto importante de este proyecto es que se ha pensado desde el principio para usar materiales lo más sostenibles posible en su producción, pero también que puedan ser fácilmente reciclables. Algo que permite reducir su huella de emisiones a la mínima expresión.
No es el coche eléctrico de IKEA
La cuestión es que, como hemos dicho, no es un coche que haya sido diseñado, fabricado o vaya a ser comercializado por IKEA.
Tampoco es que podamos recibirlo en casa y montarlo como un mueble del fabricante sueco. En este caso, la idea es facilitar el transporte de los vehículos desmontados, para que puedan entrar en contenedores marítimos, lo que facilita su ensamblaje. Un ensamblaje que tiene que realizarse en micro fábricas que pueden abrirse en cualquier parte del mundo.
Un modelo pensado para durar, diseñado para que cuando una pieza se dañe, pueda ser reemplazada fácilmente llegado el momento, y que tendrá un precio de 10.000 euros. No sabemos cuándo comenzarán sus entregas de una propuesta sostenible y eficiente donde menos es más.
Fuente | Luvly
