Un estudio revela que la mitad de los propietarios de un coche eléctrico se comprará un gasolina. ¿Dónde está la trampa?

Un estudio realizado por S&P Global Mobility ha descubierto que las tasas de fidelidad al coche eléctrico entre los clientes de marcas que no sean Tesla es relativamente baja. Y es que prácticamente la mitad de los usuarios de un vehículo eléctrico planea adquirir un automóvil con motor de combustión interna en el futuro. Pero como seguramente ya os imaginéis, esto tiene truco.

Aunque el informe revela que «solo» el 52,1% de los encuestados tiene previsto que su próximo coche sea cero emisiones, esto no significa que vayan a reemplazar su eléctrico actual por un automóvil térmico, sino que sustituirán otro vehículo de la unidad familiar por un modelo de gasolina o diésel, manteniendo en paralelo su eléctrico.

«Los fabricantes están gastando enormes cantidades de dinero para desarrollar vehículos eléctricos», explica Tom Libby, director asociado de soluciones de fidelización y análisis de la industria de S&P Global Mobility. «Así que lo último que quieren es que el propietario de un vehículo eléctrico vuelva a los motores de combustión interna».

De acuerdo con la firma de investigación, el 63,2% de los propietarios de un coche eléctrico de Nissan elegirá un eléctrico como su próximo vehículo, lo que sitúa a la compañía japonesa a la cabeza del ranking si no tenemos en cuenta a Tesla, que llega a un excelente 76,7% de fidelidad. Chevrolet por su parte se conforma con un 60,6%.

Los clientes de las marcas premium, cada vez más seducidos por la movilidad eléctrica

En cuanto a los modelos individuales, el estudio señala que el 37,3% de los conductores de un Ford Mustang Mach-E se mantendrá fiel a la movilidad eléctrica en su próxima compra, frente al 45,8% que optará por una alternativa de gasolina. En el caso del Chevrolet Bolt, hasta el 60,7% de los usuarios adquirirá un eléctrico.

En los últimos años, la tasa de fidelidad de los clientes de marcas premium a los coches eléctricos se ha incrementado; sin ir más lejos, en Mercedes-Benz este porcentaje ha pasado de apenas el 24,3% en el segundo trimestre de 2020 a un 56,6% en el mismo periodo de 2023. En el resto de firmas premium la tendencia es muy similar.

El incremento en Jaguar ha sido del 25 al ​​56,5%, en Audi del 25,5 al 50,1%, en Porsche del 23,3 al 36,8% y en Tesla del 51,8 al 76,7%. Sin embargo, la clientela de BMW parece mostrar un comportamiento algo diferente, ya que ha caído del 46,6 al 45,9%.

Fuente | S&P Global Mobility