El Parlamento de España vota la simplificación y abaratamiento de la conversión de coches de combustión en coches eléctricos
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Publicado: 09/05/2023 08:59
La conversión de coches de combustión en coches eléctricos es una modalidad con mucha tradición, pero que en algunos lugares ha estado en un completo segundo plano por las enormes trabas burocráticas. Mientras que en Estados Unidos llevan décadas trabajando en ello con cientos de talleres, y en Francia, que incluso se han puesto en marcha ayudas públicas, España ha permanecido como es habitual en la cola con barreras que hacían en la práctica imposible esta conversión. Algo que hoy puede empezar a cambiar.
El Pleno del Congreso va a debatir y votar la última proposición de ley del Partido Popular, que busca por un lado poner en marcha un marco legislativo que facilite la conversión de vehículos de combustión en eléctricos. Una modalidad que hasta ahora suponía embarcarse en una odisea de homologaciones que además de un infierno burocrático, suponía arriesgar miles de euros en un proyecto que finalmente podía ser rechazado.
Ya en 2009 dábamos voz a una guía que había desarrollado la Asociación Promotora del Vehículo Eléctrico (Voltour) donde desgranaban el proceso que habían seguido para lograr esta homologación. Un completo esperpento burocrático destinado a desanimar a cualquier emprendedor que os animamos a leer para echarse unas risas. Pasos para homologar la conversión de un vehículo eléctrico en España
La otra parte es lograr que estas conversiones sean más económicas. Para ello, desde el Partido Popular se propone destinar una parte de los fondos europeos para convertirlos en ayudas directas a los que decidan transformar un coche.
También se propone que, en el plazo de seis meses, el Gobierno adopte las medidas necesarias para agilizar los procedimientos de conversión de motores de combustión, para lo cual deberá someter a consulta, con carácter previo, las reformas a desarrollar con el sector y los actores implicados.
El resultado será una nueva alternativa de sustituir coches de combustión en eléctricos, y además hacerlo de una forma eficiente y sostenible. No es necesario achatarrar un vehículo que físicamente esté en buenas condiciones y afrontar el costoso reciclado de sus piezas, con las emisiones que ello conlleva.
Además, se pueden recuperar coches con los que los usuarios tienen apego emocional, así como también poner en marcha vehículos industriales ligeros, como furgonetas, que cuentan con precios desproporcionados a sus características en el mercado de los coches nuevos.
Un ejemplo del impacto del cambio legislativo lo encontramos en Francia, donde la administración ha sido consciente de los muchos beneficios de favorecer las conversiones, y ha puesto en marcha no sólo un marco que facilita las homologaciones, sino que incluso ofrece ayudas de hasta 3.000 euros para cada una de ellas.
Algo que por ejemplo, permite convertir un FIAT 500, añadiendo un motor 50 kW (68 CV) que le propulsa hasta una velocidad máxima de 110 km/h, y que se alimenta de una batería de 15 kWh, que le permiten lograr una autonomía real de unos 100 km con cada carga, todo con un razonable coste con la ayuda de 5.000 euros. De forma opcional y si el coche puede albergarla, habrá la posibilidad de añadir un segundo pack y elevar la capacidad a los 30 kWh, aumentando algo el presupuesto claro.
BMW por su parte puso en marcha el año pasado el MINI Recharged. Una alternativa para los propietarios de un Mini clásico para convertirlos en eléctricos en su fábrica de Oxford, desde donde se mandan a toda Europa. Eso si, luego el propietario debe enfrentarse a su homologación, siendo tan fácil como pasar la ITV en Alemania, como el infierno que hemos visto en España.
Ahora queda por ver como discurre la votación, y si España deja de ser la referencia mundial a las barreras para la conversión de vehículos de combustión en eléctricos.