El año ha comenzado con importantes noticias en nuestro país vecino acerca de los coches eléctricos y de las ayudas a los ciudadanos franceses. El tremendo éxito que ha tenido el programa de «leasing social», que permitía acceder a las familias con menos ingresos al alquiler de un coche eléctrico por unos 100 euros al mes, ha tenido un efecto directo en los presupuestos generales y en el programa de ayudas públicas.
Nos referimos al llamado «Bono Ecológico» que el gobierno francés ofrece con ayudas a la compra de coches eléctricos. Debido a que el programa de arrendamiento social estaba incluido en la misma dotación de 1.500 millones de euros para la adquisición de este bono, se han modificado algunos parámetros de las ayudas públicas en Francia para no exceder dicho presupuesto.
El gobierno francés esperaba poder conceder ayudas a 20.000 familias para el alquiler barato de coches eléctricos, pero al final la cifra se fue los 50.000 contratos. Eso ha obligado, primero, a detener este programa de ayudas para lo que resta de año; y segundo, a reducir las cuantías de algunas ayudas estatales, e incluso a eliminar otras que estaban incluidas en el Bono Ecológico el año pasado.
La más destacada ha sido la rebaja de 5.000 a 4.000 euros para el 50% de los compradores que tengan mayores ingresos. Una rebaja del 20% de estas ayudas que, sin embargo, se mantiene en los 7.000 euros para las familias con rentas bajas.
«Estamos modificando el programa para ayudar a más personas pero con menos dinero», dijo el ministro de Transición Medioambiental francés, Christophe Bechu, en una radio de su país.
La ayuda de 1.000 euros para la compra de coches eléctricos (o de hidrógeno) usados se ha eliminado para este año, mientras que los comerciales ligeros eléctricos también han sufrido alguna reducción importante para este año en el caso de las empresas y en el caso de los que cuestan más de 15.400 euros: estos también han visto reducidos los importes de la ayudas en un millar de euros.
No obstante, en muchas regiones de Francia se mantienen las ayudas extras a las compras de este tipo de vehículos. Por ejemplo, en el área de París, existen ayudas adicionales de entre 2.250 y 9.000 euros, en función de los ingresos de los ciudadanos que soliciten dicha subvención.
Recordemos también que en Francia se impone una puntuación medioambiental para dirimir qué vehículos entran y cuáles no dentro de las ayudas, calculada básicamente según su huella de carbono en su producción. El llamado en su momento como «veto chino». Esto ha dejado fuera del paraguas de ayudas a muchos eléctricos populares fabricados fuera de Europa, como el Tesla Model 3, el MG4 o el Dacia Spring. Además, existen criterios de elegibilidad basados en otros detalles: que cuesten menos de 47.000 euros, que pesen menos de 2,4 toneladas, que la ayuda no supere el 27% de compra…
En uno de sus países vecinos, en Alemania, su gobierno decidió retirar cualquier tipo de ayuda pública de forma prematura y sorpresiva con el nuevo año 2024. En Noruega, por ejemplo, país líder en la venta de coches eléctricos en el Viejo Continente, también se retiraron estas ayudas.
No. Las ventas de coches eléctricos en Alemania no se han hundido en enero con el fin de las ayudas
¿Serán estos países un espejo en el que se mirará España en algún momento en el corto plazo? Lo cierto es que en nuestro país el ritmo de matriculación está muy alejado de nuestros socios europeos, por lo que deberíamos respirar tranquilos y las ayudas públicas deberían poder mantenerse durante los próximos años.
Fuente | L’argus
