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El preocupante movimiento para los rivales de China: alianza BYD-CATL para dominar el mercado de baterías de estado sólido

El Gobierno de China ha promovido una alianza que garantice su posición predominante en el mercado de las baterías de estado sólido, señaladas como el futuro del sector. En dicho acuerdo han entrado los mayores fabricantes del mundo, CATL y BYD.

Llevamos mucho tiempo hablándote del tema de moda en el mercado de las baterías: las celdas de electrolito sólido que prometen cambiar para siempre la movilidad eléctrica.

Es cierto que son varias las voces que en los últimos tiempos han cuestionado este mantra, señalando las baterías LFP como el camino a seguir o alertando de las complejidades propias de la producción a gran escala de las baterías de estado sólido.

En cualquier caso, la mayoría de los fabricantes siguen apostando por esta prometedora vía, pues consideran que su potencial es muy superior al del resto de alternativas. Y el gobierno chino está de acuerdo con eso, por lo que ha promovido una medida que puede aniquilar a la competencia en un futuro.

CATL tiene much fe en sus baterías de sodio.

Alianza BYD-CALT

BYD y CATL son los dos mayores fabricantes de baterías del mundo. Ambas empresas compiten por la hegemonía en un mercado que se ha convertido en estratégico para el futuro de la movilidad, pero el gobierno chino cree que la unión hace la fuerza.

Hasta ahora, ninguno de los dos grandes fabricantes mundiales ha apostado seriamente por la batería de estado sólido. Por ejemplo, CATL consideraba hasta hace poco que no es viable producir baterías de estado sólido en masa. Mientras, BYD sigue insistiendo en las químicas LFP a través de su producto Blade Battery, así como en las económicas baterías de sodio.

Sin embargo, la intervención del gobierno chino parece haber cambiado las tornas, pues tanto BYD como CATL han pasado a formar parte de una alianza formada por más empresas que tiene un objetivo claro: asegurarse el suministro de baterías de estado sólido en 2030.

¿Tiene sentido la apuesta por las baterías de estado sólido?

El deseo ferviente de los fabricantes de vehículos eléctricos por la batería de estado sólido se basa en sus promesas: autonomías superiores a 1.000 kilómetros y recargas equiparables al repostaje de un vehículo con motor de combustión. Y, también muy importante, un nivel de seguridad muy superior al prevenir potenciales incendios y explosiones por fuga del electrolito.

Sin embargo, la realidad presenta obstáculos que aún no han sido superados por los investigadores de este tipo de tecnología. Aunque se vislumbra el potencial para resolver los principales problemas de los vehículos eléctricos, como la autonomía y el tiempo de recarga, aún no se ha logrado desarrollar un prototipo a escala real que cumpla con estas expectativas.

El principal inconveniente es que las reacciones químicas generadas durante el funcionamiento de una batería de estado sólido reducen su vida útil y la hacen impracticable para su uso en la industria automotriz.

Además, su disponibilidad en el mercado y su precio siguen siendo inciertos, con indicios de que inicialmente sólo estarán al alcance de vehículos de gama alta.

Esto lleva a muchos fabricantes a considerar que no será posible ver una presencia reseñable de este tipo de baterías en el mercado automotriz hasta el comienzo de la próxima década. Mientras, corporaciones como Stellantis o Toyota prometen su llegada en 2026 o 2027.

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