Científicos de la Universidad de Maryland (Estados Unidos) y el fabricante de baterías Solid Power han dado a conocer un nuevo elemento que solventa el principal inconveniente a la hora de lanzar las celdas de electrolito sólido al mercado.
Ese obstáculo son las llamadas dendritas, que en este caso no tienen que ver con las prolongaciones ramificadas de las neuronas.
En el campo de las baterías, las dendritas son filamentos metálicos que se forman y acumulan durante la descarga. Estas dendritas van creciendo y, finalmente, penetran en el electrolito sólido, cruzando de un electrodo a otro y provocando un cortocircuito en la celda de la batería.
Ahora, un grupo de científicos de la Universidad de Maryland han desarrollado un sistema que previene este problema. Y la empresa de Colorado, Solid Power, está trabajando con ellos para llevarlo al mercado.
La capa intermedia
Como seguramente sabes, las baterías de estado sólido se llaman así porque el electrolito utilizado no es líquido como en el resto de baterías de litio. En este caso es un componente sólido que, sobre el papel, ofrece mayor densidad de energía, menor peso y mayor velocidad de recarga, así como mucha más seguridad.
Pero este no está exento del problema de las dendritas, por lo que los científicos de la Universidad de Maryland han desarrollado lo que llaman una «capa intermedia» que anula el crecimiento de las dendritas.
Esta capa intermedia está formada por un material que estabiliza las condiciones de la batería a ambos lados. En el lado del cátodo, es rica en flúor, mientras que en el del ánodo contiene magnesio y bismuto, suprimiendo así la formación de dendritas de litio.
Objetivo: 2026
El desarrollo de la nueva batería de estado sólido creada conjuntamente por la Universidad de Maryland y Solid Power se encuentra aún en fase intermedia, por lo que ambas organizaciones continúan trabajando.
No obstante, la fecha objetivo es 2026, momento en el que la batería debería comenzar a comercializarse con la industria automotriz en el punto de mira.
Solid Power trabaja actualmente con grandes fabricantes de automóviles como BMW y Ford, que se han convertido en inversores de la misma. De hecho, en noviembre del año pasado la empresa californiana envió las primeras unidades de una batería de estado sólido a la marca alemana para su análisis.
Fuente | Universidad de Maryland
