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La popularización de las baterías sólidas todavía está lejos: deberán enfrentarse a su propio «infierno de producción»

Las baterías de electrolito sólido han sido calificadas por muchos expertos como el futuro de la industria del automóvil. Esta tecnología supondrá, al menos sobre el papel, un salto de gigante en términos de densidad energética, tasa de carga, seguridad e incluso coste una vez hayan alcanzado la producción en volumen. Pero, ¿cuándo llegarán al mercado?

Toyota, una de las principales defensoras de esta solución, planea lanzar sus baterías de electrolito sólido en 2027-2028. Sin embargo, para 2030 apenas tendrá capacidad para producir 10.000 automóviles al año. Algo similar podría ocurrirle a Nissan, pues aunque tendrá listas sus celdas para 2028, durante un tiempo podrían estar reservadas al superdeportivo GT-R, un buque insignia de baja tirada.

Volkswagen por su parte estaría en conversaciones con Blue Solutions (filial de Bolloré) para utilizar sus baterías de litio-metal-polímero debido a los retrasos acumulados por QuantumScape en el desarrollo de sus baterías sólidas con separador cerámico. A pesar de todo, los últimos test llevados a cabo por su división PowerCo son prometedores, ya que sus celdas de 24 capas apenas sufrieron una degradación del 5% tras 1.000 ciclos de carga y descarga.

La mayoría de analistas coinciden en que el camino a la masificación de las baterías de electrolito sólido será largo. «El estado sólido es una gran tecnología», explicaba recientemente a la revista IEEE Spectrum Bob Galyen, propietario de Galyen Energy y exdirector de tecnología de CATL. «Pero tardará en llegar al mercado lo mismo que [en su momento] las de iones de litio. Y tardaron mucho en llegar [al punto actual].

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Las baterías de electrolito sólido probablemente se masifiquen a lo largo de la próxima década

Todo apunta a que las baterías de electrolito sólido tendrán que enfrentarse a su propio «infierno de producción». La curva de adopción dependerá de la capacidad del producto para ser validado en términos de rendimiento, vida útil y coste. De acuerdo con Gaylen, el precio de las baterías de electrolito sólido se encuentra actualmente en el mismo punto que las de electrolito líquido hace una década.

«La mayoría de las empresas de baterías de estado sólido no cumplen con al menos tres de las cinco reglas de oro [seguridad, rendimiento, vida útil, coste y sostenibilidad]. No he visto a nadie publicar cifras de vida útil que tengan sentido. Y no he visto cifras de costes que estén siquiera cerca de competir con las baterías de iones de litio de estado líquido».

Gaylen cita como uno de los principales problemas de esta tecnología su integridad ante impactos e incluso vibraciones. «Ninguna de estas baterías ha sido validada todavía. Entonces, ¿cómo planean poner algo en automóviles de producción si no ha sido validado? La mayoría de las empresas tienen grandes esperanzas de alcanzar las cinco reglas de oro. Y esperan que esto suceda en la próxima década».

Fuente | IEEE Spectrum

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