Un kilómetro de carga por segundo. Así es el sistema de recarga ultrarrápida de Huawei
La recarga pública es un pilar para el desarrollo del coche eléctrico a nivel masivo. La cuestión es que en las primeras generaciones, los puntos eran bastante lentos. Como mucho 50 kW, que luego aumentaron a 100 kW, 150 kW…y poco más. Pero la tecnología está lista para ofrecer cifras varias magnitudes por encima, tal como ha demostrado Huawei con la presentación de su sistema de carga ultrarrápida.
Se trata de un sistema de carga dotada de refrigeración líquido dotado de una potencia de salida máxima por punto de 600 kW y una corriente máxima de 600 A. Esto permite a un coche capaz de acceder a estas cifras, poder recargar 1 kilómetro de autonomía por segundo.
Esto se traduce que en apenas 5 minutos, un coche eléctrico puede recuperar energía para recorrer 300 kilómetros. Algo que supone acercar bastante los tiempos de carga a los tiempos de repostaje de un coche con motor de combustión.
Para Huawei, la expansión de las redes ultrarrápidas son fundamentales para ofrecer un servicio lo más completo a una flota de coches eléctricos, que según sus estimaciones crecerá de las 18 millones de unidades vendidas el pasado año en todo el mundo, a las 180 millones de unidades en 2034.
Carga ultrarrápida: una cuestión de rentabilidad, y rentabilidad
Curiosamente, según Huawei, cuanta mayor sea la potencia de las estaciones, mayor será la rentabilidad y el retorno de la inversión para el operador.
Esto se debe a que la mayor potencia favorece la mayor rotación de vehículos, por lo que la estación podrá vender mayor cantidad de electricidad.
Como ejemplo ha expuesto durante la presentación, que una estación situada en la localidad china de Futian había sustituido sus viejos equipos de potencia reducida, y los había sustituido por cargadores ultrarrápidos que multiplicaron por 10 la potencia de la estación, aumentando el CAPEX de la estación un 20%, y la amortización de la inversión (ROI) bajó de 8 a 3 años.
Esto animará a cada vez más operadores a sustituir sus equipos de baja potencia por sistemas mucho más capaces, ya que permitirán ofrecer una experiencia mucho más completa para sus clientes, incentivarán las ventas de coches eléctricos, y todo logrando una mayor rentabilidad.
Y es que para Huawei, los cargadores lentos y poco fiables son un desperdicio de dinero, y una fuente de frustración para los clientes. Una mala inversión que debe ser sustituida.