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El 87% de los actuales clientes volverán a comprar un Tesla

La tasa de fidelidad es un apartado clave para las marcas, que logran retener a clientes con el ahorro que supone el esfuerzo de capar uno nuevo. Una señal que además da una indicación del nivel de satisfacción con sus productos, y de competitividad frente a los rivales. Y Tesla sale excelentemente bien parada según los últimos datos.

Así lo ha publicado Bloomberg, que en un informe pone sobre la mesa como, en Estados Unidos, la cifra de fidelidad de Tesla alcanza el 87%. Cifra que podemos comparar con el 65% que tiene la industria de media en ese mercado.

Un 87% que es particularmente importante ya que se produce en un momento donde las ventas de coches eléctricos se están desacelerando en Estados Unidos, lo que supone que la cuota de ventas se vuelve crítica en un mercado que frena su crecimiento.

Una de las señales de estas cifras, según Bloomberg, es que Tesla tiene poca competencia en el sector del coche eléctrico. La alta tasa de retención significa que no está perdiendo cuota frente a empresas como Ford, GM, Kia y Hyundai.

Según los datos de Bloomberg, Tesla está seguida muy de lejos por Lexus, que tiene una tasa de retención de sus clientes del 68%, y Toyota, con el  54%.

En el otro lado de la balanza encontramos a marcas que tienen unas tasas muy bajas, como KIA, con apenas el 33% de los clientes pensando en repetir, GMC, con el 34%, o Chevrolet, con el 36%.

Además, el 81% de los potenciales compradores de un Tesla en EE. UU. son nuevos clientes que cambian de otras marcas a los de la competencia. De nuevo, una estadísticas realmente buena para los de Elon Musk, y tremendamente mala para otras marcas, como Ford o General Motors, que ven como sus clientes se marchan en cada vez mayor número a la competencia.

Opinión

La pregunta es si Tesla lo está haciendo muy bien, o sus competidores muy mal. La respuesta no es sencilla y puede dar para un largo debate, ya que por un lado Tesla cuenta con un producto muy desarrollado, con modelos eficientes, con precios ajustados y una tecnología avanzada.

Pero en su contra juegan factores como la mala imagen que proyecta Elon Musk sobre la compañía, así como factores como unos acabados interiores mejorables, diseños demasiado minimalistas para muchos clientes, y otros como unas actualizaciones algo inestables, que pueden hacer avanzar o retroceder el rendimiento de aspectos básicos, como la iluminación o los limpiaparabrisas.

Una Tesla que reina sin competencia en Estados Unidos, protegida principalmente por las enormes barreras que ha levantado la administración a los productos chinos, y la desidia de los grandes grupos tradicionales, pero que camina hacia un escenario extremadamente complejo en mercados como China, donde la competencia está lanzando productos superiores a precios incluso más económicos. 

La cuestión es ver si Tesla logra aprovechar su posicionamiento y su habitual agilidad de movimiento, o sigue el camino de los fabricantes occidentales, acomodándose en su posición y viendo a los rivales pasarle por encima, o incidiendo en errores como priorizar productos como la Cybertruck, el Tesla Semi o el nuevo Roadster, frente a otros lanzamientos clave, como su próximo modelo más económico.

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