La presión de China acelera los planes de Toyota con el electrolito sólido, que llegará en 2026

Toyota adelanta sus planes de lanzamiento de las baterías con electrolito solido que llegarán al mercado en 2026 y que ofrecerán autonomías de más de 1.000 kilómetros con cada carga.

La presión de China acelera los planes de Toyota con el electrolito sólido, que llegará en 2026
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Publicado: 09/09/2024 16:00

El electrolito sólido ha sido desde hace años una de las grandes promesas del futuro para el coche eléctrico. Marcas como Toyota han invertido grandes cantidades de dinero y recursos en su desarrollo. Pero su aplicación comercial parecía estar a cuatro o cinco años de distancia. Pero los avances que están realizando los fabricantes chinos ha aumentado la presión y ha acelerado los plazos para el inicio de la producción por parte de los japoneses.

Hace unos meses, Toyota indicaba las dificultades para escalar la producción de celdas con electrolito sólido, lo que supondría que esta no daría comienzo hasta 2027-2028. Pero los avances de los fabricantes chinos, como SAIC, que ha confirmado el inicio de la producción en 2025, y el Grupo GAC, que lo hará en 2026, ha supuesto un acicate para Toyota.

Fuentes gubernamentales del gobierno de Japón han confirmado a la prensa local que Toyota ha recibido los permisos para comenzar a producir baterías con electrolito sólido en 2026.

La capacidad de producción inicial será relativamente limitada, y vaya escalando poco a poco según aumente la demanda y bajen los costes.

Se espera que la capacidad de producción aumente para 2027 o 2028, y no será hasta 2030 cuando la cifra logre alcanzar un nivel destacable, con unos 9 GWh al año por parte de Toyota.

El objetivo es producir unas baterías capaces de ofrecer autonomías de más de 1.000 km con una carga completa, y que puedan ser cargadas en apenas 10 minutos.

Entre las claves de la tecnología está su mayor densidad energética. Esta es mucho mayor que la de las baterías de litio tradicionales, lo que significa que con el mismo volumen o peso, las baterías de estado sólido pueden almacenar más energía.

Además, las baterías con electrolito sólido también tienen una alta densidad de potencia y rendimiento de ciclo, lo que proporciona una carga más rápida y una vida útil mucho más larga.

A pesar de esto, su desarrollo ha estado limitado por retos como una menor vida útil y sobre todo, mayores costes de producción. Sin embargo, con el avance continuo de la tecnología y la reducción gradual de costes, supondrá que a medio o largo plazo se convierta en una alternativa incluso más económica que las celdas de litio actuales.

Sea como fuere, está claro que antes de 2030 tendremos en el mercado coches eléctricos con baterías de electrolito sólido, y la economía de escala habrá alcanzado un nivel de madurez mínimamente elevado, lo que disparará autonomías, reducirá tiempos de carga, y permitirá acercar ambos apartados a los coches con motor de combustión más que nunca.