El comisario de transporte de la UE no modificará los límites de CO2 y pone en un aprieto a los fabricantes de coches
La normativa europea CAFE, que impone límites de emisiones de CO2 más estrictos a las marcas de coches y fuertes sanciones económicas, no cederá el año que viene. Así lo ha asegurado el próximo comisario europeo de transporte.
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Publicado: 06/11/2024 07:00
Tras las últimas elecciones al Parlamento Europeo el pasado mes de junio, se inició en el Viejo Continente el período de renovación institucional para definir la estructura de la Comisión Europea para la nueva legislatura que durará hasta el 2029. El que será el próximo comisario europeo de la cartera de Transporte Sostenible y Turismo, el griego Apostolos Tzitzikostas, dejó sus primeras reflexiones ante el Comité de Transporte al respecto de un tema realmente candente.
En las últimas semanas se ha hablado, y mucho, de la normativa ‘CAFE’ que regula los límites de emisiones medias que deben cumplir los fabricantes de coches con los coches nuevos que venden en Europa. Para el 2025, entrará en vigor la última actualización, que supone reducir los límites de CO2 medios en un 15% respecto al 2020, poniendo el baremo en los 94 g/km. Todo fabricante que exceda esa cifra, deberá pagar 95 euros como sanción por cada gramo de más y multiplicado por el número de vehículos que venda.
Una situación que ha puesto en alerta a fabricantes y a los países de la región. Algunos, como Francia, Italia, República Checa y países del Este están formando un frente común para presionar a Europa para que alivien estas medidas. Una línea similar a la que siguen muchas marcas, como Renault, cuyo CEO Luca de Meo, presidente también de ACEA (la asociación de fabricantes en Europa), ha solicitado en reiteradas ocasiones una solución de emergencia para evitar las sanciones.
Se estima que la industria deberá afrontar más de 15.000 millones de euros en sanciones, algo que puede poner en aprietos los planes de las marcas y sus inversiones para apostar por lo que realmente busca la Unión Europea, que no es otra cosa que la descarbonización y la electrificación del transporte por carretera. Todo está por ver, pero si estos esperaban que Tzitzikostas mostrase algún síntoma de echarse hacia atrás, se han dado de bruces con la realidad.
Europa echa un jarro de agua fría sobre los fabricantes
El inminente comisario europeo de transporte ha sido tajante en sus declaraciones, aunque tampoco ha aportado una visión clara de las medidas que vaya a tomar en la próxima legislatura comunitaria. Tzitzikostas respalda la movilidad eléctrica y el ‘Pacto Verde’ que se aprobó hace unos años para marcar el 2035 como fecha en la que se prohíba la venta de coches con motor de combustión.
El comisario griego no va a ceder ante las múltiples presiones del sector y de algunos países miembros: «Tenemos reglas y objetivos específicos que queremos, y tenemos que ceñirnos al plan. De lo contrario, el mensaje que transmitirá la Unión Europea no es un mensaje de estabilidad y confianza», dijo rotundamente Tzitzikostas, que soltó más mensajes que muchos pueden encontrar contradictorio: «Tenemos que hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que el sector sobreviva. El plan industrial automotriz dará respuestas a todos esos escepticismos que puedan tener, no hay por qué preocuparse».
Obviamente, existe preocupación, y mucha, en el sector, que ve cómo la demanda de coches eléctricos se debilita en Europa, los grandes fabricantes han frenado sus planes más inmediatos para acelerar la transición hacia el coche eléctrico y la producción de baterías, y otros como Volkswagen ya han amenazado con cerrar plantas enteras en Alemania. Y sin olvidarnos de la expansión de los coches eléctricos chinos, a los que se está intentando frenar con la imposición de aranceles adicionales.
El comisario europeo de transporte ha prometido un plan a gran escala para el principio de su mandato, claro que todavía no se conocen grandes detalles. Alguno sí, como es el apoyo de la UE a la electrificación de las flotas y los coches de empresa, algo que favorecería también la creación de un extenso mercado de segunda mano de coches eléctricos en un futuro cercano.
Como ya hizo en su día la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, Tzitzikostas apoya la exención para los motores de combustión siempre que funcionen con e-fuels o combustibles sintéticos. No obstante, no se espera que el tema vuelva a estar de actualidad hasta el 2026, momento en el que se revisará el plan específico del 2035. El griego prometió también estudiar la posibilidad de usar combustibles más ecológicos para el transporte aéreo o marítimo, mejorar el sistema de transporte por tren y ayudar a los fabricantes de coches a dar el salto a los coches eléctricos. ¿Cómo lo hará? Tendremos que esperar para saberlo.
Fuente | Electrek