
BMW, Samsung y Solid Power se alían para desarrollar las baterías que doblen la autonomía de los coches eléctricos
BMW, Samsung y Solid Power se han unido en una colaboración pensada para acelerar la llegada de las baterías en estado sólido. Estas tienen como objetivo duplicar la autonomía, reducir el tiempo de carga y acercar la tecnología a la producción masiva lo antes posible.

El coche eléctrico está a las puertas de una revolución. Tres gigantes de sus respectivos sectores, BMW, Samsung SDI y Solid Power, han anunciado una alianza para acelerar el desarrollo y la producción de baterías sólidas.
Esta colaboración no surge de la nada. BMW y Solid Power llevan trabajando juntos desde 2022. Ahora, con la incorporación de Samsung SDI, se suma un actor que añade un apartado clave para le tecnología, y un de sus principales retos a superar, la fabricación de celdas a gran escala y el desarrollo de materiales.
Samsung será la encargada de fabricar las celdas con electrolito sólido basado en sulfuros desarrollado por Solid Power, mientras que BMW se centrará en el diseño de los módulos y del pack completo. Es un paso muy serio y muy significativo dentro de un ecosistema de colaboración de lo más prometedor.
Primeras pruebas reales y líneas piloto de producción

Las tres compañías ya han logrado montar un sistema funcional de producción de celdas con esta tecnología. La clave está en el electrolito de Solid Power, diseñado para ofrecer una alta conductividad sin comprometer la estabilidad, uno de los principales escollos de este tipo de baterías.
Samsung SDI lleva tiempo preparando el terreno. En marzo de 2023 puso en marcha una línea piloto en Corea del Sur y, a finales de ese mismo año, ya estaba fabricando prototipos de baterías en estado sólido. Estas unidades se enviaron a clientes para evaluación, lo que indica que el salto de laboratorio a la calle empieza a hacerse realidad.
Por su parte, BMW también ha movido ficha. En mayo completó con éxito las primeras pruebas en carretera con un coche dotado de celdas sólidas. Unas pruebas, realizadas en condiciones reales, que son un hito importante en el camino hacia una producción en serie que, si todo va según lo previsto, llegará antes de 2030.
La promesa del electrolito sólido: más autonomía, menos tiempo de carga, ¿y más baratas?

Las baterías en estado sólido prometen mucho, y no es solo marketing. Si consiguen superar las barreras actuales, podrían duplicar la autonomía de los coches eléctricos actuales, recortando a la mitad los tiempos de carga. Y, a medio plazo, reducir también el coste al ser una química más simple y con menos materiales.
Pero el reto sigue siendo enorme. Hay que encontrar materiales que sean seguros y al mismo tiempo muy conductivos, todo ello sin disparar los costes de fabricación. Justo ahí es donde entra en juego esta alianza. Sumando el saber hacer de cada uno —BMW en diseño de vehículos, Samsung en fabricación y Solid Power en química de materiales— se pretende acelerar la llegada de una batería que lleva años prometiendo cambiar las reglas del juego.
Pero la carrera ya está en marcha, y muchos quieren ser los primeros. Nissan, por ejemplo, ya está colaborando con LiCAP Technologies en su propia propuesta de baterías en estado sólido. En China, tanto CATL como BYD apuntan a tener listas sus versiones en 2027, con producción masiva hacia final de la década.
¿Quién ganará la carrera por la batería del futuro?


